Como no, la Dirección de Carrera del Mundial visionó, rapidamente, la acción de la primera vuelta, la primera curva de izquierdas, del GP de Holanda (Assen), en la que Marco Simoncelli entró colado, sobrado de velocidad y fuera de control, tan descontrolado que no logró enderezar la moto, se cayó y su Honda se llevó por delante a Jorge Lorenzo (Yamaha), arruinándole una carrera que podía haber ganado.

Ya en ese mismo instante, según reconoció ayer Javier Alonso, representante de Dorna en ese senado de expertos, vieron claro que Sic no era merecedor, ni siquiera, de un paso por boxes (sanción que le impusieron, en Le Mans, cuando tiró a Dani Pedrosa), pues todos consideraron que "se trataba de un lance de carrera". "El problema de Simoncelli --dijo ayer Alonso-- es que se cayó, con tan mala suerte que su moto derribó a Lorenzo. Pero nadie, ni siquiera Jorge, vio intención alguna en esa acción. También se cayeron De Puniet y Abraham y, como no provocaron accidentes de otros, nadie mencionó sus caídas".

EN BUSCA DEL PODIO Alonso, que juzga "muy distinta" la acción en la que Simoncelli derriba a Pedrosa "porque es innecesaria, no toca y Marco puede afrontar más adelante", recuerda que "estamos en el Mundial de MotoGP, la máxima expresión del motociclismo y, por tanto, es normal que los pilotos fuercen al máximo por ganar, adelantarse e intentar subirse al podio".

"Entiendo a Jorge (Lorenzo) y a los pilotos que se quejan, pero, en esta ocasión, lo de Marco es un lance normal de carrera", dice Franco Uncini, campeón del mundo de 500cc en 1982 (Suzuki) y ahora representante de los pilotos en el tema de seguridad. "También en Assen, también en la salida y en las dos primeras curvas, Jorge (Lorenzo) fue protagonista de dos o tres acciones muy arriesgadas, pero legales, atrevidas, de enorme coraje. ¿Por qué?, poque salía desde la segunda línea y quería llegar a la cabeza de carrera lo antes posible para que no se escapasen ni Casey (Stoner) ni Ben (Spies)", añadió Alonso sin un ápice de polémica, todo lo contrario.

Tanto Alonso como Uncini reconocen que, el próximo jueves, en Mugello, dialogarán con Simoncelli e intentarán hacerle reflexionar y, sobre todo, pedirle que se calme, que entienda que no corre solo y que recapacite antes de protagonizar adelantamientos demasiado forzados, a veces, innecesarios.