El encuentro del Extremadura ante el líder en el Nuevo Los Cármenes dejó varias lecturas paralelas al empate. La primera de ellas fue el debut de Casto Espinosa como azulgrana. La derrota ante el Oviedo y la demanda de oportunidades de Casto habían hecho plantearse al cuerpo técnico de Rodri darle la alternativa al de Pueblonuevo. Y ayer ocurrió. Casto apenas tuvo trabajo porque ni Granada ni Extremadura tiraron a portería. Por arriba se mostró expeditivo, pero la importancia del arquero extremeño se mostró, curiosamente, con el balón en los pies. Casto dio un recital de juego con los pies en la salida de balón del equipo que permitió casi siempre al Extremadura saltar la primera línea de presión del Granada. Por abajo y por arriba. A las bandas y por el centro. Su experiencia dio tranquilidad a la zaga y ésta le confío muchos balones para iniciar desde atrás. Dejar la portería a cero le ayuda en sus estadísticas para el debut.

En el polo contrario, el ataque. El Extremadura lleva dos partidos, 180 minutos, con apenas dos tiros entre los tres palos. La alargada sombra de Enric Gallego no deja de acechar y su ausencia, ante la falta de fichajes en ataque, se echa más de menos que nunca. En Los Cármenes se vio la faceta más inofensiva del Extremadura. Chuli, que anduvo muy sólo en ataque, apenas conectó con las tres mediaspuntas y los balones aéreos que le enviaban morían en las zarpas de los centrales, muy superiores en altura.

No ayudó la segunda línea. Nando García apenas entró en juego ofensivo, Olabe sigue sin ser extremo natural, Javi Álamo apenas entró en juego y Capel aportó un par de centros, pero sin determinación en el remate. Salió Willy después y dio mordiente al ataque, pero arriba, al Extremadura, le falta una referencia con nombre y apellidos.

Le preguntaron a Rodri en sala de prensa por el mercado. Sabe el técnico que esta semana será clave y, por ello, espera esos delanteros. El primero en llegar es Dani Schahin, que podría empezar a entrenar hoy mismo en Almendralejo. El otro nombre que suena con fuerza es Alfredo Ortuño, delantero que ha jugado la primera parte del campeonato en el Albacete y que fue uno de los máximos realizadores de Segunda División hace dos temporadas. Su llegada, como nueve puro, podría empezar a olvidar los goles de Enric. Y, la dirección deportiva, no descarta una bomba más de última hora en ataque. Desde luego, arriba, queda mucho por mejorar.

Satisfecho

El preparador del Extremadura, Rodri, se marchó feliz con el punto logrado en Granada: «ganar o empatar aquí era muy buena opción. Creo que hemos tenido una buena puesta en escena. Ellos se metieron atrás y no hubo riesgos». Algunos periodistas le preguntaron al entrenador sobre qué había faltado para ir a por el partido: «quizá nos ha faltado ese último pase que esperaba que podía llegar a medida que pasaba el partido, pero no ha podido darse esa situación».

Rodri enfatiza en la importancia del punto y en la línea regular que lleva el equipo lejos de casa, aunque es consciente de que estos puntos sólo se harán buenos en el Francisco de la Hera.

Capítulo aparte mereció una vez más la afición del Extremadura. Más de 200 personas de Almendralejo se desplazaron en autocar y decenas de coches particulares para apoyar al Extremadura en Los Cármenes. La grada azulgrana no dejó de animar en ningún momento y se mostró tremendamente respetuosa con la grada local en todo momento.

Muchos azulgranas compartieron previa de partido con aficionados del Granada, devolviendo la visita que muchas peñas rojiblancas hicieron a Almendralejo en la primera vuelta. La afición azulgrana demuestra, una vez más, que por encima del resultado, en el fútbol, siempre quedan cosas más importantes que festejar.