Tenía todos los ingredientes para ser el culebrón del verano: un jugador asiduo a los cambios de equipo, con un representante mediático y pretendido por el Madrid. Pero a la hora de la verdad el caso Pogba se ha resuelto en favor del Manchester United sin aspavientos. Al primer desmán de Mino Raiola respondió el club inglés subiendo el precio de 160 a 200 millones. No habló más el representante. Zidane no puede estar contento, pues el centrocampista fue su única petición a la dirección deportiva del Madrid (o sea, Florentino). Y no era un deseo nuevo, ya reclamó el fichaje en su anterior etapa en el Bernabéu. Pero Solskjaer también tenía claro que no quería desprenderse del futbolista. El fichaje del hermano de Paul, Mathías, por el Manchego y el ofrecimiento de su gemelo, Florentin, al Albacete dio para elucubraciones con las que pasar el rato y poco más. Desde Madrid se siguió con atención el cierre del mercado inglés, esperando un fichaje del United que mostrara una disposición a vender, pero no se dio. Es cierto que el United ya no puede fichar pero sí vender, pero se antoja imposible. El domingo jugó todo el partido contra el Chelsea.