Croacia, la exigente selección del pívot azulgrana Ante Tomic, será hoy (17.45, Cuatro) el punto de partida de España en el difícil reto de alcanzar el título en el Eurobasket de Eslovenia. Desde hoy hasta el día 22, la selección perseguirá un objetivo impensable hace apenas unos años, hasta que se produjo la irrupción de los júniors de oro : su tercer título consecutivo, un reto que solo han logrado la URSS (ocho entre 1957 y 1971) y Yugoslavia (73/75/77), dos países que ya no existen.

Para añadirle dificultad al desafío, España acude al torneo con cuatro sensibles bajas: Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes, tres de los referentes que han marcado una prodigiosa década (campeones del mundo en el 2006, subcampeones olímpicos en el 2008 y en el 2012, campeones europeos en el 2009 y en el 2011) y también el nacionalizado Serge Ibaka, el pívot de los Oklahoma Thunder, presente en las dos últimas conquistas.

"Las ausencias de Pau, Navarro, Reyes e Ibaka son una motivación más y un reto que no estén ellos para el resto. Ya veremos al final del campeonato cuál es el resultado", señala Marc Gasol.

"Comenzamos jugando dos finales los dos primeros días ante Croacia y Eslovenia", asume el seleccionador Juan Orenga, que hoy en el estreno ante Croacia recela de la línea exterior del equipo de Jasmin Repesa, con Bojan Bogdanovic, el jugador del CAI Zaragoza Damjan Rudez, Ukic y el madridista Draper.

REINVENTARSE Debilitada sobre todo en su juego interior, la selección se enfrenta en Eslovenia al reto de reinventarse a si misma con un nuevo seleccionador en el banquillo, Orenga, en sustitución de Sergio Scariolo, y a la oportunidad para algunos de los jugadores que integraban el bloque, como Marc Gasol, el extremeño José Manuel Calderón, Rudy Fernández o Ricky Rubio, de dar un paso adelante y asumir el liderazgo.

La gira de preparación, saldada para España con un pleno de ocho victorias, en ese sentido, ha sido un refuerzo anímico, sobre todo la obtenida en Montpellier frente a la Francia de Tony Parker. No solo ha disipado las dudas sobre la fortaleza del grupo, sino que ha dejado claras las señas de identidad del equipo, defensa y contrataque, y también ha dibujado el perfil de un esquema que gira en torno a Marc Gasol, el pívot de los Grizzlies, elegido mejor jugador defensivo en la NBA.

CUATRO BASES La versatilidad y el talento del grupo juegan a favor de la idea de Orenga, un técnico que ya estuvo como ayudante de Aito en Pekín-2008 y siguió junto a Scariolo. La presencia de cuatro bases de primera línea (Sergio Rodríguez, Calderón, Ricky y Llull) da el punto de velocidad y de creación pretendido y refuerzan la línea exterior más completa del torneo con Rudy, San Emeterio, Claver y el recuperado Mumbrú, pieza clave para amalgamar el grupo. La capacidad de Claver, como teórico ala-pívot, de Gabriel y de Pablo Aguilar de jugar fuera de la zona, abrirá también espacios a Marc Gasol, que tiene como recambio de pívot puro a Xavi Rey.

A favor de España juega no solo la química mostrada en la gira, sino también las bajas de primer orden de algunos de sus rivales. Es el caso de Francia (Joakim Noah), de Serbia (Teodosic), de Rusia (Kirilenko), de Eslovenia (Erazem Lorbek), o de Grecia (Diamantidis), selecciones que integran la lista de aspirantes junto a Macedonia o Turquía y también de equipos de la clase media como Alemania (Dirk Nowitzki), Italia (Bargnani) o Gran Bretaña (Luol Deng).