Con los Cleveland Cavaliers de LeBron James como favoritos, en la madrugada del sábado al domingo arranca lo mejor de la NBA, cuando ya no hay partidos de relleno y todos se emplean a tope. Son los playoffs , este año con la presencia de tres españoles que incluso se podrían enfrentar muy pronto. Si los Lakers de Pau Gasol y los Trail Blazers de Rudy Fernández y Sergio Rodríguez superan sus respectivas eliminatorias ante Utah Jazz y Houston Rockets, se verían en la segunda ronda del camino hacia el título del Oeste.

Los Cavaliers se han mostrado como el equipo más fuerte de la liga regular, sumando 66 victorias y únicamente 16 derrotas. Liderados por King James, un jugador capaz de hacerlo todo en la pista y hacerlo todo bien, tendrán como primeros rivales a unos decadentes Detroit Pistons, cuya apuesta por Allen Iverson no ha salido bien.

En el otro lado del cuadro del Este, los Boston Celtics se medirán a unos Chicago Bulls que han hecho una buena mitad de campeonato. Los actuales campeones están pendientes de la salud de Kevin Garnett. Con él sano, son aspirantes y podrían dar dolores de cabeza a los Cavs en una hipotética final de conferencia.

Orlando Magic-Philadelphia Sixers y Atlanta Hawks-Miami Heat son las otras dos eliminatorias del Este. En teoría, cuatro equipos que a la larga serán carne de cañón , aunque la presencia de dos superestrellas como Dwight Howard en los Magic y Dwayne Wade en los Heat puede dar algún susto a los grandes .

La batalla del Oeste

Para los Lakers, después del subcampeonato de hace un año, es poco menos que una obligación volver a plantarse, como mínimo, en la final. El regreso de Andrew Bynum, la eterna inspiración anotadora de Kobe Bryant y el juego inteligente y eficaz de Pau Gasol deben bastar para primero superar a los Jazz y luego al ganador del Portland Trail Blazers-Houston Rockets.

La oposición a los angelinos anda debilitada. Denver depende de su juego exterior íntegramente y no lo tendrá fácil ante New Orleans Hornets, mientras que para los San Antonio Spurs la baja definitiva de Manu Ginóbili ha supuesto un golpe casi definitivo y que podría hacer peligrar incluso la primera ronda ante Dallas Mavericks.