Cédric Coutouly tuvo el honor. Pasaban 15 minutos de la una de la tarde. Las calles de Estrasburgo se llenaban de entusiastas aficionados. No se apreciaban grandes diferencias en relación a años anteriores, con el mar menos revuelto. Se veían, eso sí, muchos seguidores con la camiseta nacional francesa. Así, vestidos de esta forma, se habían colocado detrás de las vallas para aplaudir el paso de los corredores, pero pensando también en la cita futbolística contra Brasil. Coutouly, que había venido al Tour con la intención de ayudar a Paco Mancebo a pelear por la general en el AG2R, fue el primer ciclista en partir en esta edición. En los prólogos, como el de ayer, se sitúan los autocares de los equipos. Se montan tiendas de lona para proteger a los corredores del sol. Se coloca una cinta de seguridad para aislar a los ciclistas de los curiosos. Y, mientras tanto, los participantes en la carrera ultiman la forma pedaleando sobre sus bicicletas, colocadas en posición estática, gracias a la ayuda del rodillo, por el que gira la rueda trasera sin peligro de caer.

Plantilla insuficiente

A la misma hora, los ciclistas del Astana-Würth de Manolo Saiz, entre ellos Alexandre Vinokurov, uno de los favoritos, abandonaban Estrasburgo y dejaban el Tour. El equipo estuvo peleando durante toda la tarde del viernes para salvar la participación al tratar de que Sergio Paulinho y Alberto Contador, los menos comprometidos por el escándalo, pudieran competir.

El Astana fue expulsado porque solo disponía de cuatro corredores, una plantilla insuficiente para afrontar la carrera. "De haber reunido a seis ciclistas (la cifra mínima), no tengo ninguna duda de que habrían salido", explicaba ayer Miguel Madariaga, mánager del Euskaltel. Pero Paulinho y Contador salían citados, tal vez no mucho, pero estaban en la lista negra, algo que, seguramente, no esperaban los responsables de la escuadra cuando configuraron la alineación.

La calma volvió al Tour. Y se volvió a pelear por ser el más rápido, aunque con una diferencia. Esta vez no estuvo Eufemiano Fuentes en la sombra. Feliz presagio.