Calamonte, uno de los municipios extremeños con mayor densidad de población, cuenta además con gran porcentaje de futbolistas. Supera los 6.000 habitantes y cuenta con dos clubes seniors: el CD Calamonte, que milita en Tercera, y el Calamonte UD, club de reciente creación que afrontará su segunda campaña en Primera División Extremeña. En estos días se ha producido un intercambio de cromos.

Diego Álvarez ‘Carajo’ hasta hace unos días defendía el escudo del Calamonte UD y recorría los campos de la Primera División Extremeña, pero ahora vestirá de blanco la próxima campaña. Por su parte, Andrés Ávila ‘Mecherito’ se enfundará ahora la casaca blanca y azul y abandona la disciplina del CD Calamonte. Es sin duda, un trasvase curioso y que refleja que uno se nutre del otro y que ambos apuestan por el producto local.

«Un poco de vacile sí que ha habido, pero me llevo genial con mis anteriores compañeros y con los actuales. Me han apoyado mucho tanto unos como los otros, hay mucha amistad», confiesa Diego Álvarez ‘Carajo’ (Calamonte, 1988). Se le escucha ilusionado ante la posiblidad de jugar en Tercera, y cuenta con el apoyo del vestuario.

También se ve la ilusión de Andrés Ávila ‘Mecherito’ (Calamonte, 1995) por volver a disfrutar del fútbol en Primera División Extremeña. «La verdad que necesito coger minutos para coger confianza, para ser futbolista y ser feliz. En el CD Calamonte jugaba unos veinte minutos en todos los partidos, y creo que ahora tendré más minutos y podré ser el mismo de antes», señala el delantero rabúo. Un cambio de cromos y piezas. Delantero por delantero.

Hace tres años nació el Calamonte UD y su progresión fue meteórica. Se rodeó de calamonteños en el verde y el banquillo y logró su ascenso en la primera temporada, la pasada campaña tuvo que pelear por la permanencia que también consiguió. El pueblo se desdobló, los domingos por la mañana el Municipal siempre estaba lleno. O bien a los encuentros de uno, o para los de otro.

Lazos y filial

Sí que es cierto que hubo ciertas reticencias y tiranteces entre ambas directivas en los inicios, especialmente por el reparto de horas de la instalación deportiva. Actualmente, las relaciones son cordiales, al final son vecinos y amigos. Muchos jugadores han pertenecido a una u otra entidad. Y muchos de los jugadores de un equipo comparten círculo de amistad con los del opuesto.

Lo que más llama la atención es la creación de un tercer equipo. Estos dos últimos años, el CD Calamonte contó con un filial. El equipo participó con una discreta actuación en la Segunda División Extremeña y sirvió de trampolín para esos jugadores que acabaron su etapa de juvenil. Esta temporada, ese filial corresponderá al Calamonte UD. Tres equipos para un municipio de 6.000 personas. Un pueblo que respira fútbol.