TTtercera primavera consecutiva en la que el baloncesto cacereño vive un ascenso. Que sí, que no han tenido el glamur de lograr la plaza en ACB o la liga BBVA, pero que pregunten a los presentes si lo han disfrutado o no, o que pregunten en otras ciudades a ver si les parece un buen plan para las próximas tres primaveras. El mérito es indiscutible.

Quizás y con la perspectiva que da el paso de las horas desde el domingo pueda parecer que fue fácil. El favoritismo de jugar en casa, de no haber perdido en tu pista en liga regular o ganar tu grupo con holgura se difumina cuando te tienes que jugar el ascenso en cuatro partidos en cuatro días. Más si cabe cuando pierdes el primer partido y la ilusión se transforma en más nervios y más ansiedad. Cuando sabes que una ciudad está pendiente de ti y que hace unos años no se pudo conseguir en unas circunstancias parecidas.

Alegra muchísimo ver a alguien feliz, como por ejemplo, a Vero Sánchez. Se puede considerar una cacereña más, aunque en su DNI ponga nacida en Girona. Una currante sonriente, que como tantas otras jugadoras merecían vivir lo vivido. Una pieza clave y su continuidad debería ser indiscutible, se lo merece. O Elena Corrales, una jugadora hecha a base de esfuerzo diario, ha conseguido dejar de ser el cupo extremeño de la plantilla. Estaba exultante, su rueda de prensa con percusión quedará para el recuerdo.

Jacinto Carbajal es el culpable de un buen porcentaje del éxito. No es un entrenador al uso, gran parte de los cimiento del club recaen en sus espaldas. Es fácil encontrárselo por la ciudad deportivo camino del entrenamiento de las niñas de la cantera. Parece un tipo serio, pero no lo es, el domingo estaba feliz, en unos meses tendrá revancha en Liga Femenina.

La lógica y los precedentes invitan a pensar que el Al-Qazeres saldrá en octubre en Liga Femenina. Pero todos sabemos que en el baloncesto español en los últimos años más que hablar de ascensos habría que hablar de "ascensos". Es el turno de la directiva y que sea capaz de reunir los apoyos económicos necesarios.