No hacían muy buena pareja, por mucho que algunos se empeñaran en decir que su unión recordaba a la de la bella y la bestia. Y lo decían con propiedad en el caso del lanzador de peso, un mastodonte de 144 kilos. La imagen de CJ Hunter como guardián de Marion Jones es una de las más recordadas del Mundial de Sevilla de 1999. Jones se lesionó en la prueba de 200 metros y Hunter saltó como un poseso desde las gradas de La Cartuja para auxiliar a su desconsolada mujer.

Eran otros tiempos. Hunter se coronó en Sevilla como el mejor lanzador del mundo y su mujer era (y es) la reina del atletismo. Esos días felices empezaron a nublarse al año siguiente, en los Juegos de Sydney, donde el lanzador no pudo participar tras haber dado positivo hasta cuatro veces en el 2000 por una tasa escandalosa de nandrolona. Por eso, Hunter no es un don nadie en cuestiones de dopaje.

El escándalo fue el principio del fin. Se divorciaron en junio del 2001, tres años después de su boda. Marion ha rehecho su vida con otra pareja más acorde con su físico: el esprinter Tim Montgomery, padre de su hijo. Pero tampoco con él ha logrado apartar la sombra del dopaje.

Ahora, CJ Hunter ha dicho a investigadores federales que la campeona olímpica utilizó drogas durante los Juegos de Sydney 2000. Hunter informó a los investigadores del Servicio de Rentas Internas, que trabajaban en el caso contra los Laboratorios BALCO, que él, personalmente, le inyectó a la que entonces era su esposa sustancias prohibidas y también vio como Jones lo hizo ella misma en su casa de Australia.

Jones ganó en Sydney tres medallas de oro y dos de plata y se convirtió en la atleta más sobresaliente de la delegación estadounidense.

Siempre, de acuerdo a la versión de Hunter, Jones utilizó desde hormonas humanas de crecimiento hasta el esteroide sintético THG, pasando también por la insulina y la EPO, entre otras sustancias.

Ahora, el abogado de Marion Jones asegura que Hunter "miente. No es más que un antiguo marido amargado que busca vengarse", destacó.

Por su parte, los consejeros de Hunter han subrayado que "no busca vengarse, trata, simplemente, de cooperar con las pesquisas federales".