Tijan Keita (Serekunda, Gambia, 9-3-1996) es el nombre todos los expertos nacionales en las pruebas de velocidad de atletismo repiten estos días. Sus 10.38 en los 100 metros lisos de la prueba de Castellón, este martes, confirman su progresión y hacen soñar con que un día, si la burocracia avance, pueda correr para España en grandes citas. Y es un talento que se está puliendo con esmero en Villafranca de los Barros, donde llegó para unirse al Capex hace poco más de un año cuando, cuentano tenía «nada».

Durante las últimas semanas ha recibido el interés, directo e indirecto, de varios clubs más grandes para incorporarle a sus filas, pero él reitera que no se va a marchar de Extremadura. «Me ofrecen mucho más dinero del que gano aquí, pero hay momentos en lo que eso no es lo más importante, en los que hay que valorar otras cosas. Estoy contento aquí en Villafranca y me siento como en casa. Eso no lo voy a tener en ningún sitio en España», cuenta.

Es la palabra de un hombre agradecido al que dieron techo, comida y una preparación específica para sacar dentro de sí sus impresionantes cualidades físicas. «Me acogieron cuando no me conocía nadie. Son mis amigos», añade Keita, que ahora es entrenado por José Ángel Rama.

Explorando posibilidades

Esperaba obtener una buena marca en 100, aunque después de los meses de falta de entrenamiento real por el confinamiento se confiesa un poco «sorprendido» por lo logrado. Su anterior mejor registro en 100 era de 10.45, lo que supone una mejoría considerable. «Pensaba que era algo que podía conseguir en enero, después de competir en el Campeonato de España de pista cubierta, pero luego tuvimos que parar y no sabía muy bien cómo podía ir todo. El presidente, Jesús (Nieto) me llamaba todos los días para ver cómo estaba. Yo en todo ese tiempo estuve calmado, con un ambiente positivo», desvela. En su recuerdo siempre estará cuando volvió a correr en el tartán del Polideportivo de Villafrana después de dos meses sin poder hacerlo.

En él se da una dicotomía porque no acaba de quedar claro qué distancia se le da mejor, si el hectómetro o los 200 metros lisos. «Ahora mismo no tengo una prueba que me guste más o que prefiera. Estoy aprendiendo muchas cosas y me he dado muchas cosas que tengo que mejorar todavía, incluso aspectos básicos».

La satisfacción y esperanza con la que habla resultan evidentes. Con 24 años, tiene todavía un recorrido muy interesante por explorar. «Creo que todavía puedo bajar más mis marcas, tanto en 100 como en 200», proclama. Las próximas oportunidades serán el Campeonato de Extremadura, la Copa de España de 2ª División --el 6 de septiembre en ‘casa’, Villafranca-- y el Campeonato de España. En esta última cita, en Getafe, competirá sin derecho a poder subir al podio, a la espera de que los trámites para obtener la residencia en España y después la nacionalidad culminen.