Sólo Leopoldo Calvo-Sotelo acudió ayer en persona al Círculo de Bellas Artes, al salón donde Punto Radio montó un estudio de grabación para dedicar su Protagonistas a homenajear a Adolfo Suárez. Pero el resto de presidentes de la democracia y el rey Juan Carlos hicieron llegar sus particulares tributos al jefe de Gobierno que pilotó la transición desde la dictadura hace ahora 29 años.

El hijo mayor del líder de la extinta Unión de Centro Democrático (UCD), Adolfo Suárez Illana, se encargó de recibir uno a uno los honores verbales dirigidos a su padre, que no participa en ningún acto público desde que ha empeorado de la grave enfermedad cerebral degenerativa que padece desde hace años.

AMISTAD DE JUAN CARLOS Suárez Illana leyó además el texto del mensaje enviado por el Rey, que ensalzó el "alto sentido de Estado" y el "patriotismo" del político centrista, al que dijo estar unido por "una profunda amistad". El "espíritu integrador" que guió sus actos, unido a su capacidad de "escuchar y respetar" las opiniones ajenas, hicieron posible, a juicio del Monarca, "la gran operación de concordia nacional" que fue la transición. El Rey no olvidó dedicar un cariñoso saludo a la familia del expresidente, sometida a duros avatares durante los últimos años como consecuencia de sucesivos problemas de salud.

Tanto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como su inmediato predecesor en el cargo, José María Aznar, alabaron la figura de Suárez en sendas entrevistas grabadas previamente. Felipe González respondió por teléfono en directo a las preguntas del conductor del programa, Luis del Olmo.

CUALIDADES Todos cuantos quisieron participar destacaron la figura del expresidente, su "papel clave" en la instauración de la democracia, su "valentía" al afrontar la legalización del Partido Comunista español. Y por encima de todo, su "sentido de Estado", cualidades todas que le convirtieron en líder imprescindible de la transición.

Zapatero destacó "cuánto le debe España" y opinó que "encarna como nadie a una generación de valientes" que pilotó el tránsito de la dictadura a la democracia. Aznar repasó las razones por las que "sin Suárez no se podría hablar de la transición". Incluso se presentó como su heredero político: "Yo tengo muchos motivos para sentirme no solamente orgulloso, sino en gran medida continuador de una tarea que comenzó en España en los años 77 y 78".

Calvo-Sotelo, por su parte, destacó su "gallardía" y confesó que sucederle tras su dimisión fue "muy difícil". De la renuncia de su predecesor recordó que estuvo motivada por un cúmulo de "sinsabores y agravios". González le definió como un hombre "más de diálogo que de tribuna, con una capacidad enorme para lograr el consenso". Y llamó a recuperar esas virtudes para la política actual, que definió como "excesivamente crispada" .