«La barra libre nunca es buena para nada y menos cuando estamos hablando de armas», dice José María Gallardo, presidente de la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) sobre la propuesta lanzada esta semana por el líder de VOX, Santiago Abascal, que planteó que los «españoles de bien» puedan disponer de un arma en su casa «y puedan usarla en situaciones de amenaza», según la entrevista publicada por el portal armas.es. Frente a ese planteamiento, el presidente de los cazadores extremeños (que son quienes tienen el grueso del arsenal de armas que hay en la región) advierte que «hay que ser conscientes de la peligrosidad que entraña tener un arma, y de ahí la cantidad de controles que se pasan ahora y la necesidad de justificar para qué quieres la licencia de armas».

Según los últimos datos facilitados a este diario por la Intervención Central de Armas y Explosivos de la Guardia Civil (ICAE), en el 2016, Extremadura es la comunidad autónoma española con un mayor número de armas per cápita. Entonces había registradas 147.657 en la región, lo que supone unas 13,6 armas por cada cien habitantes, el doble que la media española. La mayor parte de las armas consignadas en Extremadura se utilizan para la práctica de la caza mayor y menor o el tiro deportivo: hay 121.090 escopetas, 17.971 rifles y 7.015 carabinas. El inventario no contemplaba, en todo caso, las armas del Ejército y los cuerpos y fuerzas de seguridad.

«El reglamento europeo de armas, el más restrictivo del mundo, es un buen ejemplo de lo que debe existir», apunta Gallardo. El control sobre la tenencia de armas en España está sujeto a una directiva europea (la Directiva 91/477) que convirtió en 2017 la normativa comunitaria en una de las más restrictivas que existen para acceder a un arma de fuego. «Y así debe seguir siendo, que impere la coherencia, que todo aquel que acceda a un arma sea como ahora, con un fin concreto como para practicar el tiro o la caza y ante todo con control y con formación», insiste Gallardo.

La seguridad

El debate en torno a la seguridad que ha planteado la formación de ultraderecha con esa propuesta es novedoso. De hecho, la inseguridad ciudadana no está entre las principales preocupaciones de los españoles, según las encuestas del CIS (no aparece ni entre las diez principales cuestiones) y la reacción en todos los partidos fue de rechazo. Sí que es un debate arraigado en otros países como Estados Unidos, donde esta extendida la tenencia de armas, y se ha abierto en Brasil más recientemente con la llegada de Jair Bolsonaro y su decreto para facilitar el acceso de los ciudadanos a las armas.

En España, el control de armas depende de la Guardian Civil y la legislación establece que no se puede portar ni poseer armas de fuego en sin la correspondiente autorización o licencia expedida por las autoridades competentes. Para obtener la licencia (e ir renovándola posteriormente), además de pasar pruebas teóricas y practicas, se debe acreditar que se poseen las condiciones psíquicas adecuadas. Cuando vence el plazo de validez, las armas deberán quedar depositadas en la Intervención de Armas de la Guardia Civil hasta hasta que se obtenga un nuevo permiso, informa el instituto armado en su página web. Los propietarios tienen la obligación de guardarlas en lugar seguro (armeros) y adoptar las medidas necesarias para evitar su pérdida o robo.

«El sistema de acceso a las armas ahora está funcionando y de hecho, Extremadura es la región con más armas por habitante y es la región con menor índice delictivo y menos accidentes con armas», recuerda Gallardo.