De las cenizas siempre resurge la vida. Después del incendio de Gata, poco a poco los centenares de especies que tenían su hogar en la sierra regresan. Rebrotan de la tierra y del agua, como si de 'aves fénix' se tratara. Las principales acciones después del siniestro se han centrado en recuperar la flora pero, ¿y qué pasa con la fauna?, se pregunta Alberto Muñoz, uno de los investigadores que forman parte de un proyecto sobre el ecosistema cacereño. El cacereño ha desarrollado las bases junto a investigadores de la Universidad de Extremadura y herpetólogos para elaborar un informe sobre el estado de la sierra en cuanto a especies después del devastador fuego que calcinó más de 8.000 hectáreas. Pero necesitan fondos para materializar el estudio Sobrevivir a los incendios sobre el terreno. Concretamente 2.600 euros que piden en Goteo.org --5.216 euros como cifra óptima--. El tiempo para que expire la campaña es de apenas tres días. El proyecto ya cuenta con una treintena de cofinanciadores y ha recaudado alrededor de 1.400 euros. Los interesados en colaborar pueden aportar desde 5 a 500 euros a través de goteo.org/project/sobrevivir-incendios.

La idea nace, según desglosa Muñoz a este diario, del "compromiso" que tiene la asociación Arbórea, colectivo que promueve la iniciativa, con la fauna de anfibios y reptiles. "El incendio de Gata nos llegó especialmente", asevera Muñoz. La inquietud también parte de la falta de estudios en Extremadura sobre la fauna y los ecosistemas. "No existen informes previos", apunta.

Lo que les llama la atención a los investigadores es conocer la "capacidad de recuperación de la fauna en una extensa área quemada y su posible relación postincendio". De momento, prevén ir a la zona de estudio a evaluar como se encuentra el ecosistema. Y si llegan a elaborar el informe completo, el objetivo es hacerlo llegar a la Dirección General de Medio Ambiente para que lo incorporen a su investigación sobre Gata y si la financiación lo hace posible, intentarán elaborar una publicación científica especializada.

De momento, entre las curiosidades del estudio previo, Muñoz asevera han detectado la presencia de una especie invasora en las proximidades de las charcas de Gata. Los estudiosos han advertido su existencia después del incendio. El helecho de agua se convierte en una de las consecuencias del siniestro. Otra de las hipótesis que baraja el investigador es que algunas especies se hayan visto beneficiadas tras la catástrofe debido a su condición física al pasar de un "bosque de pino a un matorral". Pero es solo una hipótesis. Hasta que no puedan ir al terreno no podrán corroborar como se ha reestructurado el hábitat desde cero. Desde los minúsculos insectos a los depredadores.