Desde hoy toca levantar (un poco) el pie del acelerador en 675 kilómetros de la red convencional de carreteras en la región. A las doce de la noche entraba en vigor el real decreto que reduce de 100 a 90 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en todas la vías de doble sentido sin separación física, lo que afecta a distintos tramos de 13 carreteras tanto de la red estatal como de la autonómica. Ocho de ellas dependen del Gobierno central y otras cinco de la Junta de Extremadura. En la red de carreteras de las dos diputaciones no hay cambio porque todas sus carreteras ya tenían un límite por debajo del máximo de 100 kilómetros por hora permitido hasta ahora.

En el caso de la Red de Carreteras del Estado, la modificación afecta a 521 kilómetros de los 1.602 que tienen en la región, de ellos 341 en la provincia de Badajoz y 180 en la de Cáceres. Los tramos en cuestión se encuentran en las carreteras N-110, N-430, N-432, N-435, N-502, N-521 y N-630, además de la antigua N-V. La N-432 es la que más afectada se ha visto, con una reducción de la velocidad en un total de 115 kilómetros, seguida de la N-630 en la que el cambio afecta a 106 kilómetros en la región, según los datos de la Delegación del Gobierno. No detalló, aunque lo solicitó este diario, cuáles son los puntos kilométricos afectados en cada caso por el nuevo límite de velocidad en la red estatal.

En el caso de la red autonómica, la reducción afecta a 154 kilómetros de cinco carreteras de los más de 3.800 que gestiona. La más afectada es la EX-100, de Cáceres a Badajoz, donde se cambia el límite de velocidad en 78,3 kilómetros entre el punto kilométrico 2 hasta el 80,3. También se ha reducido a 90 kilómetros por hora la velocidad en la EX-107, de Badajoz a la frontera portuguesa por Villanueva del Fresno (entre el kilómetro 2,1 y 45,2); y en la EX-206, de Cáceres a Villanueva de la Serena, en un tramo de 19,8 kilómetros, que abarca desde el pk 74,5 al 94,35. La medida afecta a otros dos tramos de la EX-207 y la EX-351, y a dos ramales de la autovía EX-A2.

La modificación ha conllevado el cambio de 405 placas con los nuevos límites de velocidad en la red de carreteras de la región (362 se han llevado a cabo en las carreteras estatales y 43 en las de la Junta) y tras ella está el interés de la Dirección General de Tráfico por reducir la siniestralidad en las vías convencionales. «De los 674 accidentes que se produjeron el año pasado en la región, el 86% fueron en vías convencionales. Esto afecta significativamente al número de fallecidos, porque de los 40 que hubo en carreteras extremeñas, 28 murieron en carreteras convencionales, 6 en autovías y 6 en vías urbanas», recordó la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco.

La velocidad de circulación es un factor «concurrente» en un elevado número de accidentes que se producen en las vías convencionales con resultado de muerte o lesiones graves, según informa la Delegación del Gobierno, que apunta a que la mayor parte de estos siniestros son salidas de vía causadas por la pérdida de control sobre el vehículo por una velocidad excesiva.

Más cambios

Junto a la modificación sobre el límite máximo de velocidad, el decreto que ha entrado hoy en vigor recoge otros cambios como la equiparación en las limitaciones de velocidad entre los turismos y los vehículos de transportes de pasajeros, es decir, los autobuses, a 90 kilómetros por hora; y la de los camiones de manera general a 80 kilómetros por hora en todas las carreteras convencionales. Esta modificación está basada en los estudios que demuestran que la homogenización de las velocidades de circulación reduce las posibilidades de accidentes.