La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha comenzado el trámite de licitación para autorizar el aprovechamiento de parte del camalote extraído con el fin de su uso como biomasa y su destrucción por parte del sector industrial. En su nota, la CHG señaló ayer que este aprovechamiento se enmarca dentro de la estrategia que se desarrolla para su erradicación y control.

Se establecen condiciones «muy estrictas» para asegurar que el transporte del material y su procesado se realicen sin riesgo de propagación y que el producto final, es decir, el gas y la celulosa, no permita la reproducción de la planta invasora. El pasado lunes, la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, confirmó que la Unión Europea había concedido una autorización especial para que determinadas empresas puedan retirar el camalote y utilizarlo en su propia generación de energía como combustible de biomasa.

A preguntas de los medios en la reunión del Plan de Viabilidad Invernal 2018-2019, la delegada del Gobierno aseguró que vender u obtener una rentabilidad de plantas o especies invasoras está prohibido. En la nota remitida ayer a los medios, la CHG señaló que el pliego que ha salido a licitación establece en qué condiciones se puede autorizar a una empresa interesada el posible aprovechamiento del camalote que se extrae del río Guadiana para su destrucción mediante un determinado procesamiento industrial.

En ningún caso, se señala, se realizará la comercialización de la planta ya que el fin último del aprovechamiento es únicamente al objeto de colaborar en su erradicación. «Es un aprovechamiento puramente de oportunidad, de tal forma que la empresa que esté interesada debe tener en cuenta que es posible que el suministro de material desaparezca o se interrumpa», según el comunicado.

Las instalaciones donde se realice el procesado deberán encontrase dentro de las zonas ya afectadas por camalote, es decir, las Vegas Altas y Bajas. El adjudicatario se hará cargo de los costes de transporte, de los tratamientos preparativos como los triturados, compactados y secados, así como la destrucción de restos, los gastos de medición, de laboratorios y pruebas, y los controles de trazabilidad.

Asimismo, se asegurará el compromiso y el objetivo de destrucción de la especie, y el adjudicatario deberá disponer como mínimo de un equipo de extracción, asumiendo esos costes. Se recogen dos lotes, una para el tramo A, desde Villanueva de la Serena a Mérida, y otro para el B, de Mérida a Badajoz.