Hoy hace justo una semana que fallecía electrocutado un trabajador de 39 años en Guareña. Ayer, otro hombre resultaba herido, con pronóstico crítico, en Lobón. A primera hora de la mañana se produjo una deflagración en una de las trituradoras de la empresa de reciclaje en la que trabaja y sufrió múltiples quemaduras. Tras la primera atención sanitaria, fue trasladado en helicóptero al Hospital de Getafe.

Son los dos casos fatídicos más recientes en una larga lista de accidentes laborales. En lo que va de año han muerto en Extremadura al menos nueve trabajadores en los 18.000 siniestros ocurridos durante la jornada laboral. La mayoría de ellos acaba con heridos de menor gravedad, como otro siniestro que ocurría ayer por la tarde en la calle Menacho de Badajoz, donde un hombre requirió asistencia del 112 tras caérsele encima un mueble mientras trabajaba. Con este, en la última semana se han registrado al menos cinco siniestros en la región.

No obsntante, estos últimos registrados durante el mes de septiembre quedan todavía fuera del balance que ayer ofreció la directora general de Trabajo, Sandra Pacheco, en el pleno de la Comisión Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Según sus declaraciones, Extremadura registró entre enero y agosto un total de 17.934 accidentes laborales, ocho de ellos mortales, lo que supone un repunte del 3,86% de la siniestralidad laboral respecto al mismo periodo del año anterior.

El dato positivo es que ese incremento de la siniestralidad se debe al repunte de los accidentes de carácter leve, mientras que los graves se reducen un 60% y los mortales casi un 20%, aseguró Pacheco. En concreto, se han registrado en los ocho primeros meses del año dos fallecidos y tres accidentes graves menos que en 2018.

Por sectores de actividad, el sector servicios, el que mayor población activa tiene, es el que contabiliza más siniestralidad: 4.042 accidentes laborales. Le sigue la agricultura con 1.757 siniestros entre enero y agosto, la industria con 1.247 y la construcción con 1.092, según la información detallada por la administración regional. Entre los accidentes mortales, tres sucedieron en el ámbito de la agricultura, cuatro en la construcción y uno en el sector servicios.

PIDEN MÁS INSPECTORES / La directora general de Trabajo señaló que el aumento de la actividad y la precariedad incrementa el riesgo y la siniestralidad, por lo que «hay que trabajar en un nuevo marco de las relaciones laborales que haga trabajos más seguros y de calidad». Destacó, asimismo, que la región cuenta con cinco subinspectores de seguridad que ya están incorporados a las dos inspecciones provinciales en Cáceres y Badajoz, aunque reivindicarán para el nuevo año «una nueva plantilla con más inspectores y subinspectores en un cuerpo específico de seguridad y salud».

Por su parte, el secretario de Salud Laboral de CCOO, Alberto Franco Román, mostró su «preocupación» por los datos, ya que el incremento de la siniestralidad de los últimos meses se debe, a su juicio, a varios factores como «la dejadez por parte de la patronal en el cumplimiento de la ley de prevención de riesgos laborales». Según Franco, existe además un «alto nivel» de precariedad laboral en la región fruto de la reforma laboral y los empresarios no invierten en formación y prevención, por lo que ha exigido que se realicen más inspecciones de trabajo, informa Efe. Asimismo, la secretaria de Salud Laboral de UGT, María José Ladera, incidió en que el aumento de la siniestralidad se suele producir en los mismos sectores donde abundan los contratos a tiempo parcial y no ofrecen la formación e información necesaria para que los trabajadores puedan desarrollar su trabajo en condiciones de seguridad y salud.