La prevención como herramienta más eficaz para atajar el sida y la información como medio para evitar los contagios. La conmemoración hoy del Día Mundial de la lucha contra el Sida tuvo ayer como antesala el acto del parlamento regional, en el que el presidente del Comité Antisida de Extremadura (Caex), Santiago Pérez, reclamó medidas contra el VIH como el programa 90-90-90 para conseguir un mejor diagnóstico para los afectados, así como tratamientos más adecuados. Junto a eso instó también a los municipios extremeños a firmar la denominada Declaración de París, en la que se enmarca la acción 90-90-90 y cuyo objetivo es acabar con la enfermedad en 2030.
En la jornada participaron también la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín; el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles; y el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna.
Para Pérez, «es cierto que la situación ha cambiado» y que cada vez hay mejores condiciones, pero también que todavía se infectan personas por VIH.
«Si conseguimos diagnosticar y tratar al mayor número posible de personas, conseguiremos también que la prevención sea una realidad», agregó
Por su parte, Vergeles afirmó que la herramienta más potente para luchar contra el sida «es la prevención» y para ello debe haber cuanto antes un diagnóstico por lo que las personas tienen que perder el miedo a realizarse la prueba y así como mantener relaciones sexuales seguras.
En Extremadura hay 1.100 afectados por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) pero, aunque la mortalidad ha disminuido, aún hay contagios.
«Las organizaciones sociales y políticas hablan de un pacto en la utilización del preservativo y está en prácticas la toma de la medicación previa a una relación de riesgo», dijo Vergeles. Asimismo declaró que, aunque ha desaparecido la infección por vía intravenosa, no se puede bajar la guardia.
Con motivo del Día Mundial de la lucha contra el Sida, que se celebrará hoy 1 de diciembre tanto la Onusida como la mayoría de las organizaciones han elegido el lema Soy como tú para intentar no estigmatizar el vínculo entre la enfermedad y la marginalidad.
