La Junta de Extremadura ha iniciado el proceso para la reestructuración del transporte público por carretera y prevé que pueda estar concluido a mediados del año 2018. La consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García Bernal, manifestó ayer que el objetivo de este proyecto es frenar el descenso de viajeros, pues «en los últimos seis años ha habido un 30% de disminución de personas que utilizan ese transporte».

La bajada de los pasajeros puede responder a que «quizá no estén bien los horarios» de las rutas, ya que las actuales se hicieron «hace más de 50 años» y las circunstancias «han cambiado» porque en aquella época «no había los colegios, los centros de salud ni los hospitales que hay ahora». García Bernal hizo estas declaraciones antes de reunirse en el Palacio de Congresos de Mérida con representantes de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (Fempex).

La Dirección General de Transportes ha realizado un estudio en profundidad para llevar a cabo la reestructuración del sistema de transporte público por carreteras, que afecta a 800.000 pasajeros anuales, 45 empresas y centenares de trabajadores. En esta línea, la consejera indicó que también se quiere regular el transporte escolar y el sanitario, aunque no se puede adelantar si confluirán en el mismo sentido.

Sobre este asunto, García Bernal puntualizó que por el momento «no hay nada escrito», sino que el proyecto se debe ir elaborando y para ello también será fundamental reunirse con otras empresas y asociaciones del sector. La idea es que el plan se desarrolle sobre la base «de la sostenibilidad económica y medioambiental», ya que «ahora mismo el transporte público cuesta dinero a la Junta de Extremadura». No obstante, la consejera señaló que el servicio se seguirá prestando en aquellas rutas que no son rentables económicamente porque «se necesita que la gente pueda utilizarlo», debido sobre todo a que «no todo el mundo conduce o puede conducir». El presidente de la Fempex, Francisco Buenavista, afirmó que es un buen momento para revisar el plan porque para muchos vecinos el servicio sigue siendo fundamental.