Actual presidente de la Cámara autonómica y primero del PP en acceder al cargo, Fernando Manzano confiesa que su principal reto al frente del Legislativo regional es acercar la institución que gobierna a los ciudadanos de toda Extremadura para construir un Parlamento "con paredes y techos de cristal" que traiga de nuevo la confianza a la política.

--La Asamblea celebra su 30 aniversario en un momento muy complicado. ¿Cómo reforzar su papel para que el ciudadano vuelva a confiar en la política?

--Debe ser una cuestión de acercar la institución a cada uno de los rincones, de las ciudades y los pueblos. El Parlamento siente como propios los problemas reales que tiene el ciudadano y no en vano, la grandeza de la democracia es que todos y cada uno de sus miembros se eligen libremente cada cuatro años. Soy de la opinión de que hay que hacer un Parlamento mucho más participativo a todos los niveles. La propia propuesta del presidente Monago sobre listas abiertas, limitación de mandatos, en definitiva sobre la reforma de la ley electoral, va precisamente en esta línea.

--Son las listas abiertas el camino.

--Las listas abiertas, la reforma de la ley electoral, el acercar el trabajo de los parlamentarios a los ciudadanos... Es un compendio de todo. Parece que fue ayer, pero hace 30 años ya que se aprobó esa Ley Orgánica 1/1983 y que se constituyó por primera vez la Cámara legislativa autonómica y ese espíritu de autogobierno que en aquel momento impregnaba a todos y cada uno de los componentes, a esos 65 extremeños que compusieron la primera Cámara legislativa el 21 de mayo de 1983, sigue estando vigente. Ese espíritu de autogobierno, de intentar acercarse a los ciudadanos sigue en vigor y tenemos que defenderlo con ahínco.

--¿Qué cree que ha cambiado desde entonces?

--Ahora mismo hay herramientas que entonces no existían. Estamos en la era de las nuevas tecnologías y un ciudadano, aunque resida en la otra punta de Extremadura, puede estar en contacto permanente con su representante en la Asamblea. Esto es un beneficio absoluto pero está infrautilizado en estos momentos. Hay que apoyarlo mucho más y no hay que tener miedo, en este tema hay que ser valientes. Yo incluso llegué a plantear la posibilidad de tener foros abiertos en la Cámara y que los ciudadanos pudieran aportar ideas, de tal manera que incluso propuestas o sugerencias se les podrían hacer llegar a los parlamentarios sobre las distintas iniciativas en trámite en la Cámara.

--Es el séptimo presidente del Parlamento y el primero del PP. ¿Qué reto se ha marcado?

--Mi objetivo es que esta institución parlamentaria la conozcan mucho más en profundidad los extremeños. Que sepan todos los extremeños a qué se dedican los parlamentarios y cuáles son sus funciones, porque aparte de aprobar leyes, hay otra cuestión que recogen el propio Estatuto de Autonomía y la Constitución Española, que es la labor del control al Gobierno. Eso es lo que estoy empeñado en difundir a lo largo y ancho de toda la comunidad extremeña y no voy a descansar en este empeño hasta los últimos días de la presente legislatura.

--¿Cómo lo hará?

--Tenemos que dar un paso al frente. Hay que dar una vuelta a las iniciativas legislativas populares, que emanan directamente de la sociedad extremeña. Esas cuestiones habría que amoldarlas porque con muchas menos firmas sería perfectamente factible la tramitación parlamentaria. Y luego potenciar otra figura que el propio Estatuto recoge, que es la iniciativa legislativa municipal. Yo creo que esto también va a ser importante porque un ayuntamiento, que es la administración más cercana, puede enviar a la Cámara aquellas cuestiones que preocupen a los ciudadanos de una determinada zona o comarca o el conjunto de la comunidad.

--¿Con qué momento se queda de estos 30 años de historia?

--Todos los momentos han sido importantes, pero me quedaría especialmente con la constitución de la Cámara. Eso marcó un antes y un después para Extremadura. En todas las legislaturas ha habido avances importantes para la comunidad autónoma, pero yo me quedaría con la aprobación de esa ley orgánica 1/1983, el primer Estatuto de Autonomía de Extremadura, y la constitución de la Cámara, el 21 de mayo de 1983. Sin lugar a dudas esto marcó un antes y un después en el futuro devenir de nuestra comunidad autónoma.