Una familia extremeña compuesta por los cónyuges y dos hijos --de ocho meses y cuatro años--, con unas rentas medias inferiores a 43.000 euros y que paga 6.000 euros anuales de hipoteca, tendría que desembolsar 3.240 euros. Comparada con las del resto de regiones, esta cantidad se encuentra en la parte central de la tabla (de la que están excluidas Navarra y el País Vasco), trescientos euros por debajo de Aragón, que es donde más tributaría (3.540 euros) y 2.610 por encima de Castilla y León, que es donde menos (630 euros).

La razón fundamental de estas diferencias estriba en la existencia o no de diferentes deducciones y en su cuantía. En Castilla y León, por ejemplo, la deducción por un hijo puede alcanzar los 2.351 euros (si es el tercero y con cantidades variables según los ingresos), mientras que en Andalucía o Murcia no existe desgravación por este concepto. De las cuatro deducciones incluidas en el supuesto, la familia extremeña se beneficiaría de dos.