Las licitaciones de obra pública para Extremadura han supuesto 9,3 millones de € desde el 16 de marzo hasta el 31 de mayo, una cifra que contrasta con los 161,9 millones del mismo periodo de 2019 (592 millones en todo el ejercicio). En términos porcentuales, la bajada ha sido del 95% según los propios datos de la Plataforma de Contratación del Estado. Las adjudicaciones han entrado en una deriva parecida: si el año pasado fueron de 76,3 millones (mismo plazo), esta vez se han quedado en 22,7 millones, un 70% menos. La Confederación Extremeña de la Construcción, que reúne a las asociaciones provinciales de empresarios del sector, Fecons (Cáceres) y Apdecova (Badajoz), muestra su «honda preocupación» por esta caída.

Aunque el descenso viene dado muy especialmente por el Estado de Alarma, el sector reclama que la situación derivada del coronavirus no lastre las inversiones, y así lo pide a las administraciones. «Extremadura tiene dos opciones: o baja los gastos o sube los ingresos. Está claro que lo primero no se pretende, por lo tanto hay que elevar los ingresos, y para ello hay que invertir, la inversión trae riqueza, la riqueza trae empleo, el empleo trae consumo...», explica Joaquín Sánchez, secretario general de Fecons, en representación de la confederación regional.

Precisamente, la construcción se ha convertido en uno de los pilares señalados por la UE para la recuperación económica frente al covid. La rehabilitación de inmuebles y el fomento de las energías renovables están en la punta de lanza del plan trazado por la Comisión Europea, al tratarse de proyectos de utilidad futura (numerosas viviendas necesitan renovarse para reducir su consumo de energía y ser más eficientes).

«Si pretenden que la construcción sea el gran motor de la recuperación, el descenso de la obra pública no es precisamente el camino correcto. Si esos 75.000 millones de euros que prevén llegar a España se invierten correctamente, las cuentas sí saldrán», subraya el representante de la confederación. Y esas cuentas están muy claras para el sector. «Los fondos invertidos en eficiencia energética de rehabilitación edificatoria promueven una actividad económica que los multiplica por 6,5. Además, por cada millón de euros invertidos se crean 18 puestos de trabajo; y el desempleo se reduce en un 95% del valor de la inversión», detalla Joaquín Sánchez. Otro dato más: el retorno fiscal multiplica esos fondos por 1,9. Las administraciones locales, autonómica y central manejan estos cálculos, «por eso no deben tomar el camino contrario», sostiene el secretario de Fecons.

MILES DE PUESTOS

La Confederación Extremeña de la Construcción aplica estas mismas proyecciones a Extremadura: si se invierten 50 millones de € anuales en rehabilitación edificatoria a través de ayudas y obras públicas, «en cuatro años, esos 200 millones de € habrán generado una actividad económica por valor de 1.300 millones de €, equivalentes a 6.000 puestos de trabajo a tiempo completo. Asimismo, se reducirían los costes de desempleo en 2.000 millones de €, y el retorno fiscal sería de 380 millones de €, mayor de la inversión inicial», describe el secretario de Fecons.

Y ello en una comunidad como la extremeña donde el presupuesto autonómico tiene un alto porcentaje en gastos, que hay que financiar, y donde la construcción nunca ha llegado a su plena recuperación tras la última crisis. «En 2007, el sector tenía 45.000 trabajadores por cuenta ajena en Extremadura, que descendieron a 13.000. Después se ha logrado un nuevo incremento hasta los 17.000 en 2019, pero la actividad todavía no se ha estabilizado, y aunque no volveremos a los números de 2007, aún queda margen de crecimiento. Tenemos unas 3.300 empresas en la región, donde llegó a haber casi 7.000», desglosa Joaquín Sánchez, subrayando así la necesidad de que no decaiga la inversión pública.

De hecho, la construcción apenas ha parado durante el Estado de Alarma, y los 8.000 autónomos del gremio en Extremadura han seguido al pie del cañón. «Por eso los empleos perdidos en marzo se están recuperando, la inercia del sector es crear empleo, hay que reactivar la inversión», insiste.

Según la asociación empresarial Seopan, la licitación de obra pública de 2019 en España fue de 18.449 millones de €, un 11 superior a 2018. El 34% correspondió a la Administración Central, un 33% a la local y un 33% a la autonómica. Pese a acumular tres años consecutivos de aumentos, el sector afirma que aún está lejos del nivel deseable. 33 Reconocimiento a la implicación de los trabajadores

RECONOCIMIENTO A LOS MILES DE TRABAJADORES DEL SECTOR

Por último, las organizaciones empresariales del sector han mostrado su reconocimiento a los miles de trabajadores que hacen posible esta actividad en la región, «por su implicación durante el Estado de Alarma y la flexibilidad mostrada pese a las dificultades. Han afrontado las circunstancias desde sus puestos», comunica la Confederación Extremeña de la Construcción.

La mayoría de las empresas del sector son micropymes, con una media de 4 empleados en Extremadura, lo que favorece la identificación con la actividad que se realiza. Pasados los peores momentos de la pandemia, ya disponen de EPIs y se han retomado todas las obras con menos limitaciones.