Muchas horas con los animales. Largas jornadas en el campo sin más compañía que la de las ovejas y los perros. Todos los días de la semana, durante muchos años. Los pastores cuentan con una experiencia psicológica para vivir “ajenos” al mundo y al ruido que nunca se había puesto demasiado en valor. Hasta ahora.

'Compartiendo soledad' es una iniciativa solidaria que acaba de lanzar la Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y Caprino (Interovic) en la que se pone en contacto vía telefónica a ganaderos y a personas que se sientan solas durante el confinamiento para darse compañía mutua. El balance en poco más de una semana es de éxito. “Está funcionando muy bien, tanto por los ganaderos que se están ofreciendo voluntarios como por las llamadas recibidas de la gente. Son muchos más de los que pensábamos y más que se están ofreciendo”, afirma Raúl Muñiz, presidente de Interovic y director técnico de Corderex.

“Tenemos un cuadrante y una centralita y, a quien llame, se le pasa el pastor que esté disponible. Ellos son totalmente voluntarios y las personas que llaman están solas, necesitan hablar, hay mucha gente que ha tenido un vínculo con el campo. Muchos son mayores pero llama todo tipo de gente”, dice.

Muñiz detalla que ya hay una veintena de pastores en activo en todo el país para recibir estas llamadas, cinco de ellos extremeños. Este periódico ha hablado con tres de ellos para compartir sus experiencias.

“Creo que es algo recíproco, para nosotros también es una alegría”, dice Juan Cruces, pastor y agricultor de Campanario. Cruces explica la llamada que recibió el día anterior, de un señor de Madrid, que lleva dos meses encerrado. “Si a mí me encerrasen de golpe en casa sería durísimo. Yo lo veo con mi familia, que eso merma. Nosotros al menos seguimos saliendo porque el campo no para, llueva o nieve”, narra. “El campo ha pasado por muchas crisis y esta es una más. Nosotros confinados no hemos estado aunque estemos solos”, señala Antonio Holguín, ganadero de Castuera y otro de los voluntarios de la iniciativa. Esa misma mañana le había llamado una señora joven de Casteldefels, preocupada por el ERTE que iba a aplicar su empresa. “Llama mucha gente emigrante de Madrid o de ciudades grandes, que están solos y quieren hablar, les interesa mucho cómo está el campo”, describe. Holguín, quien también es presidente de la cooperativa ganadera Covica, les cuenta que ahora es la época del esquileo y de la recogida del heno. “Aunque estemos solos, no se nos hace el tiempo largo trabajando”, dice. Cruces, por su parte, cuenta que también escucha la radio o llama a alguien cuando quiere sentirse acompañado, por lo que esta iniciativa es ideal para ambas partes.

Su primera llamada

Su primera llamadaY su primera llamada es la que está aún por recibir Leopoldo Gómez, de Quintana de la Serena, quien espera “escucharles y darles conversación, tener un intercambio de opiniones” con la persona que esté al otro lado de la línea. Gómez reconoce que este proyecto también puede servir de ayuda para ellos porque, a pesar de que su rutina de trabajo no ha variado tanto desde el inicio de la crisis sanitaria, a él, como a cualquier ganadero y como a toda la sociedad, la pandemia le ha impactado psicológicamente.

Por eso, esta iniciativa espera convertirse en una buena herramienta para ofrecer compañía mutua, aunque sea en la distancia. Los tres ganaderos restan importancia a su colaboración, “un granito de arena”, pero lo cierto es que desde el campo se vuelve a dar la mano para ayudar a toda la sociedad.

Toda persona que se sienta sola y quiera hablar con estos 'maestros de la soledad' puede llamar a la centralita de 'Compartiendo soledad' de lunes a viernes, en horario de 9.00 a 6.00 pm. El teléfono que deben marcar es el 91 002 74 79.