La Consejería de Agricultura y Medio Ambiental se ha marcado como prioridad urgente la lucha contra la erosión en las cerca de 30.000 hectáreas que han ardido este verano durante los incendios forestales registrados en Extremadura. En este sentido, el consejero del ramo, José Luis Quintana, explicó a EL PERIODICO EXTREMADURA que ya se han iniciado los trabajos, al tiempo que solicitó apoyo económico al Gobierno y la Unión Europea para hacer frente a la catástrofe medioambiental provocada por el fuego.

Quintana señaló que un equipo de expertos ha realizado sobre el terreno una primera valoración de los daños que refleja, entre otras cosas, que en torno al 95% de las pérdidas son forestales, mientras que sólo el 5% restante son de carácter agrícola o ganadero. Ante esta crisis medioambiental provocada por las llamas en las últimas semanas, lo más urgente es la lucha contra la erosión, ya que "hay que mantener la tierra en su sitio para poder tomar medidas forestales".

Esto supone, entre otras cosas, la instalación de maderas para evitar la erosión causada por la lluvia y realizar surcos en el terreno para mantener la tierra. De esta forma, ya se han iniciado los trabajos, que deben completarse antes de que finalice el otoño. Y es que el principal peligro que se corre ahora es que las lluvias otoñales arrastren la tierra quemada, que ya no tiene árboles ni plantas que la fijen, e impidan la futura reforestación de estas zonas. Para ello se actuará primero en las zonas más sensibles a la erosión, que según el consejero son aquellas con una mayor pendiente, una mayor pluviometría y sin vegetación que la frene.

SIN VALORACION ECONOMICA

Debido a que los incendios son aún muy recientes --los últimos frentes en Las Hurdes y el Jerte fueron sofocados el martes-- no se ha podido realizar una valoración económica de los daños medioambientales, aunque "está claro que han sido muy importantes". Por eso, solicita el apoyo económico tanto del Gobierno central como de la Unión Europea.

Tampoco es posible conocer aún cuánto tiempo pasará antes de que las zonas quemadas recuperen su aspecto original, puesto que hasta dentro de unos meses no podrán diseñarse los planes de reforestación concretos para cada zona. Así, Quintana afirma que algunos árboles se regenerarán solos, como los pinos, mientras que en algunos puntos es preferible esperar a la primavera para comprobar su evolución.