Si cumplir no tiene consecuencias, ¿para qué cumplir?". El presidente de la Junta, José Antonio Monago, reforzó ayer su postura contra el "déficit a la carta" con datos. Según un estudio propio, si se flexibiliza más el objetivo de déficit para las comunidades incumplidoras se perjudicará a las que, como Extremadura, sí respetaron el 1,5% previsto el año pasado (la región fue la que registró menor déficit, con un 0,7%), por lo que Monago propone mantener el techo previsto para todos este año (1,2%) o fijarlo en el 8,48% del presupuesto financiero, de modo que cada autonomía tenga un tope en función de sus recursos, que en el caso de la extremeña se ampliaría hasta el 2,1%, lo que equivaldría a 351 millones. El Gobierno central anunció el viernes pasado la relajación del tope de déficit para las autonomías del 0,7% al 1,2% este año, después de que Bruselas haya aceptado que España aplace hasta el 2016 la reducción del déficit por debajo del 3%.

Monago lanzó un directo mensaje al Ejecutivo de Mariano Rajoy: "Las reglas están para cumplirlas". Y consideró que fijar criterios diferentes de déficit por comunidades perjudicará la recuperación, además de que lo cree injusto, ya que no reconoce el esfuerzo de las cumplidoras y rompe la igualdad y solidaridad. "España no está para comer a la carta, sino de menú".

"SI A LA IGUALDAD" Frente a ello, el presidente extremeño aboga en primer lugar por mantener el mismo objetivo para todos. En el Informe Monago: Sí a la igualdad, no al déficit a la carta , se recoge, por ejemplo, que permitir un déficit del 1,5% para las comunidades que el año pasado no cumplieron el objetivo (Comunidad Valenciana, Murcia, Cataluña, Andalucía y Baleares) supondría que ellas solas acumularían un déficit de 7.486 millones de euros, frente a los 5.200 millones de las restantes.

Por regiones, esto supondría que algunas tendrían mayores cantidades extra, por ejemplo, 1.606 millones para Cataluña (de los 1.405 que obtendrían con un déficit del 0,7% a 3.012,7 con un 1,5%). En ese escenario, se prevé que el resto de comunidades deberían asumir topes menores, para compensar el exceso de las "incumplidoras", y en el caso de Extremadura se materializaría, según la Junta, en un 0,94%, lo que supondría 158,3 millones, frente a los 202,1 que la comunidad tendría de alcanzar un déficit del 1,2% y solo 40 más que con el tope inicial del 0,7%. "Dirán que partimos de una mejor situación, pero lo cierto es que Cataluña es la más beneficiada pese a no haber cumplido".

En oposición, el informe plantea la "asimetría extremeña", que consiste en fijar diferentes criterios de déficit por comunidades pero en función del presupuesto no financiero, fijándolo en concreto en el 8,48% del mismo. Esto supondría, en el caso de Extremadura, alcanzar un techo de déficit del 2,1%, lo que equivale a 351 millones. Este modelo prevé ajustes para no penalizar a las comunidades que el año pasado cumplieron el objetivo y que, de aplicar solo el porcentaje, podrían quedarse por debajo del 1,20%. Monago considera que esta opción proporciona una "verdadera igualdad en el cumplimiento".

El jefe del Ejecutivo regional insiste en identificar la comunidad extremeña con una tierra "seria" y cumplidora, y destaca que la consecución del déficit el año pasado supuso que la región contribuyó con 135 millones de euros al logro del objetivo común. "Eso también es solidaridad". Además recalca, una vez más, la "mentira sobre la financiación" en referencia a la afirmación de que Cataluña aporta más que Extremadura, cuando "no tributan los territorios, sino las personas", y, por tanto, "un trabajador extremeño aportará más que un parado catalán".

El presidente extremeño avanza que el Gobierno regional trabaja este año con la previsión de cumplir el objetivo que marque la Administración central y destinar los fondos extra a políticas de empleo y de estímulo. Además, recuerda que el año pasado la región se quedó por debajo del techo previsto (0,7% en vez del 1,5% exigido por el Gobierno central) por los fondos extra que supuso la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el impuesto bancario (más de 180 millones).

Ahora, aboga por una nueva fase para los cumplidores, que no deberían lastrar, a su juicio, quienes no hicieron los deberes el año pasado: "No podrán desarrollar políticas de crecimiento o innovación o políticas activas de empleo quienes no han realizado el esfuerzo de equilibrio que otros ya hemos hecho".