El sindicato CCOO denunció ayer el «cierre injustificado e imprevisto» de la venta de billetes de tren en todas las estaciones extremeñas salvo las de Cáceres, Mérida y Badajoz, con el consiguiente desconcierto entre trabajadores y clientes. En un comunicado, explicó que Adif informó el martes de esta decisión que CCOO tildó de «chapucera». La comunicación llegó a las estaciones extremeñas al mediodía, sin que los trabajadores supieran si unas horas después debeían vender o no billetes y los interventores considerar como viajeros sin billetes a las personas que subieran en las estaciones sin poder comprar el título.

«No ha habido ni una comunicación de las empresas a sus trabajadores, ni a los comités de ambas empresas, ni avisos a los usuarios de ferrocarril, ni un triste papel pegado a la pared que dijera lo que iba a suceder solo unas pocas horas después», criticó CCOO, que considera fundamental mantener el servicio de venta e información presencial en estas estaciones. Se pregunta, además, si el siguiente paso será dejarlas totalmente abandonadas.

Tras la denuncia, el diputado socialista en el Congreso César Ramos explicó a través de Facebook que esto «no tiene nada que ver con Extremadura», sino que es una imposición de Europa y se aplica en toda España. Es a consecuencia de la liberalización del transporte por ferrocarril, lo que impide a Adif realizar acciones que corresponden a la operadora, en este caso Renfe. Ramos también informó que se ha firmado un acuerdo con Correos y que los billetes se podrán comprar en todas las oficinas de Correos, «más cómodo porque evitará desplazamientos a las estaciones», y también en máquinas expendedoras.