El traspaso de poderes en el Gobierno frena en seco la esperanza de nuevas adjudicaciones en el tren de alta velocidad (AVE) a Extremadura durante las próximas semanas. El Partido Popular ha exigido al Ministerio de Fomento no tomar ninguna decisión sobre gastos futuros en infraestructuras mientras se produce el relevo en La Moncloa. Esto supone un nuevo parón para un proyecto, el extremeño, que ha registrado muy pocos avances en los últimos 12 meses pese a las promesas del Ejecutivo socialista.

Fuentes próximas a las conversaciones entre el PP y el Gobierno en funciones confirman que el equipo de Mariano Rajoy ha pedido al gabinete saliente que "paralice cualquier tipo de decisión" sobre los proyectos del Ministerio de Fomento. De hecho, apuntan que ha sido una de las primeras exigencias de los populares durante este proceso. La decisión afecta tanto a la convocatoria de licitaciones como a la adjudicación de concursos; no así a las obras que ya están en marcha, que siguen su curso. Con ello el PP quiere asegurarse de que el PSOE avanza en medidas de gasto que pueden comprometer al futuro Gobierno, que tendrá que hacer los presupuestos del Estado del 2012 y que, según el propio Rajoy, será muy austero.

Desde el ministerio se limitan a apuntar que el "traspaso está siendo modélico" y que las decisiones sobre el futuro del AVE extremeño corresponden al futuro Ejecutivo.

El trazado a su paso por Extremadura cuenta actualmente con una quincena de tramos en obras o con los trabajos ya adjudicados. Los más adelantados son los que se encuentran entre Badajoz y Mérida, al 98% de ejecución y únicamente pendientes de "remates". También han entrado en su última fase las obras entre Mérida y Cáceres. Más retrasados se encuentran los trabajos en el trayecto entre la capital cacereña y la localidad de Grimaldo, así como desde desde Casatejada al límite provincial con Toledo --en algunos ni siquiera se ha iniciado el movimiento de tierras--.

DE CASATEJADA A GRIMALDO Quedan pendientes de licitar media docena de tramos próximos a Plasencia, desde Grimaldo a Casatejada. Así mismo están por adjudicar los accesos y las estaciones de las cinco localidades extremeñas que tendrán parada de AVE: Navalmoral, Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz. Los trabajos más desarrollados son los correspondientes a la capital autonómica, que están en fase de redacción del proyecto.

Con la decisión del PP, ninguno de estos tramos avanzará hacia la fase de obras en las próximas semanas, al menos hasta que el equipo de Rajoy tome las riendas del ministerio. "Un Gobierno en funciones no tiene competencias para tomar esas decisiones", apuntan desde el PP, donde evitan hablar de imposiciones al Ejecutivo saliente.

Lo cierto es que el trazado extremeño del AVE ha tenido poco movimiento este 2011, pese a que José Blanco se comprometió en septiembre del 2010 a licitar este año todas las obras pendientes del trazado Madrid-Badajoz mediante un macroconcurso. Ahí se incluía tanto la fase de construcción de la plataforma y las vías, como los trabajos de instalación de sistemas eléctricos, señalización, telecomunicaciones y sistemas de seguridad, tanto en suelo extremeño como en Castilla-La Mancha --sin tramos en obras--. En total, eran 3.829 millones de euros de inversión a través del Plan Extraordinario de Infraestructuras. Sin embargo, lo único que se ha hecho, a este respecto, ha sido la comunicación al Diario Oficial de la Unión Europea --fue en abril--, sin que se haya resuelto todavía el procedimiento. Al margen de esto, se adjudicaron a principios de año las obras de dos tramos entre Talayuela y Casatejada (19 kilómetros total) y de otro entre Cañaveral y el embalse de Alcántara. Pero desde mayo hasta hoy, nada más.