El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, señaló ayer que ha solicitado a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que haya «subastas especiales» en los sitios «donde hay energías que están caducas y van a tener que ser sustituidas por otras». Su afirmación hacía referencia al futuro cierre de la central nuclear de Almaraz, aunque sin precisar una fecha concreta.

Los propietarios de la central (Iberdrola, Endesa y Unión Fenosa) tienen previsto solicitar el próximo 2019 una prórroga por 10 años de la licencia, que cumple en su primer reactor en 2023 y en su segundo en 2024, pero el gobierno socialista de Pedro Sánchez ya ha señalado que no admite aplazamientos en ninguna instalación nuclear española, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en el área de Campo Arañuelo.

De hecho, los alcaldes de la zona mantuvieron una reunión de urgencia hace dos semanas tras las declaraciones de la ministra Ribera, cuando dijo oficialmente que la voluntad del Ejecutivo central era cerrar el parque nuclear progresivamente hasta 2028.

No obstante, Fernández Vara señaló en aquel momento que Extremadura y su gobierno no consentirán el cierre de Almaraz si no hay una alternativa (principalmente de empleo) para la zona que se vería afectada. Con la petición de ayer está abriento una posibilidad consistente en que la región y otras comunidades que acogen una central nuclear puedan verse beneficiadas en las subastas de renovables para ir preparando el fin de la energía nuclear «cuando llegue».

Vara estuvo en Badajoz en la presentación del Plan de Movilidad de Vehículos Eléctricos en Municipios (Movem) de la Diputación provincial y en el inicio de las obras de la nueva planta solar de Alvarado.

Economía Verde // En su intervención en el acto, consideró que la Estrategia de Economía Verde y Circular es también una estrategia de ética pública al servicio de los ciudadanos con un objetivo claro: dejar un mundo mejor, más sostenible y habitable a las generaciones futuras.

El presidente de la Junta afirmó que los cambios se producen a una enorme velocidad y que ya afectan a los comportamientos de los ciudadanos, por lo que sostuvo que es preciso adaptar «mentes, pensamientos y costumbres» a las nuevas realidades.

Fernández Vara explicó que en su cita con Teresa Ribera habló de la importancia de no sólo abordar un cambio estético, sino también ético, que favorezca comportamientos adecuados en todo lo relativo a las generaciones futuras y las relaciones con el planeta y el entorno.

Y en ese contexto dibujado priman las energias renovables (casi limpias).