Nos recibe en el segundo piso del hospitality de Ferrari, en la planta noble. Ataviado con la cazadora de Ferrari, bromeando con los miembros del equipo charlando en italiano con unos y otros... Es como si llevara toda la vida en Ferrari y lo lidera de forma carismática.

--Parece que lleve toda la vida en este equipo y solo acaba de llegar.

--La verdad es que yo también tengo esa sensación, la de llevar mucho más de seis meses. Desde el primer día me encontré muy cómodo. El carácter parecido entre italianos y españoles ayuda. Soy muy feliz.

--Esta es una de las muchísimas entrevistas que concede cada año, pero sigue habiendo mucha gente que cree que usted es inaccesible.

--Pues sí, no se entiende muy bien. Doy una hora de entrevistas cada día, de jueves a domingo, cuatro horas cada gran premio y no hay ningún deporte en el que se haga eso. Yo no veo ni a tenistas ni a futbolistas, que se reparten ese trabajo entre 22, dar tantas entrevistas.

--Se cumplen ahora tres años de la sanción más surrealista, cuando fue castigado porque su compañero de equipo, entonces Lewis Hamilton, tuvo que esperar algunos segundos en su box . Aquel día le acusaron de adelantar con una bandera amarilla que nadie vio. Y este año le han sancionado con un drive through más que polémico en Silverstone. En Hungría, la sanción al equipo por algo idéntico a lo que McLaren hizo con Hamilton y Heikki Kovalainen un año antes sin que nadie dijera una palabra. ¿Se siente maltratado por la FIA?

--No, creo que han sido casualidades. Al menos hay que pensar que han sido casualidades que han ido en nuestra contra. Aun así, el tiempo pone a cada uno en su lugar y si al final de año ganamos el campeonato es porque lo hemos merecido, y si no lo ganamos es porque otros lo han hecho mejor.

--Pero a Hamilton, inglés, no le sancionan. ¿Cree que hay dos varas de medir en la FIA, una para Hamilton y otra para los demás pilotos?

--Esa es la sensación que te queda después de ver alguna carrera, que la FIA tiene dos varas de medir, pero, insisto, puede que sea casualidad. Ha habido carreras en las que se han acelerado los hechos y han tenido que tomar muchas decisiones, algunas discutibles, pero si miras en general cómo ha ido el Mundial, cuando finalice seguro que no habrá estas sensaciones tan recientes.

--Vaya la que se ha montado con el Gran Premio de Alemania.

--Se hablará solo hasta que empiecen los libres de Hungría. Ferrari acabó primero y segundo, con medio minuto de ventaja sobre los McLaren. A los ingleses no les hace mucha gracia eso y hablarán solo del adelantamiento. Ellos, y todos, saben que fuimos muy superiores.

--¿Cuál es su opinión sobre lo sucedido en el circuito de Hockenheim?

--En Ferrari somos un equipo y eso hay que demostrarlo, lo demostramos, fuera y dentro de la pista. Hemos visto este año chocar a dos compañeros de equipo cuando iban primero y segundo los dos Red Bull y ver a su equipo, que es quien nos paga al final de mes, perder 43 puntos. No nos pagan los periódicos, ni nadie más. Ferrari se marchó de Alemania con 43 puntos y eso es lo que importa. Somos profesionales y tenemos que buscar lo mejor para el equipo. En Alemania siempre fui más rápido que Felipe Massa. En Hockenheim ganó el piloto más rápido. Insisto, Ferrari es un gran equipo y lo demostramos dentro y fuera de la pista. Esa es la lectura que hay que extraer de lo de Hockenheim.

--Después de Silverstone, donde ni siquiera puntuó al ser 14º, dijo que, ahora sí, podía aspirar al título. ¿Qué le hizo ser tan optimista?

--Hasta Valencia y Silverstone íbamos un pelín forzados detrás de los Red Bull y los Mclaren. Pero, a partir de entonces, el coche mejoró muchísimo y empecé a sentirme fuerte para luchar, de tú a tú, con ellos. Antes de esas dos carreras parecía imposible luchar contra los Red Bull y ahora, como vimos en Alemania, se ha abierto una ventana de esperanza.

--¿Qué ha significado para usted y Ferrari el doblete de Alemania?

--Ha sido un golpe de moral increíble para todos. Han desaparecido las dudas y eso, en la F-1, significa mucho, muchísimo. Ese doblete nos demuestra que estamos en la senda.

--En Bahréin, en el primer GP, nos anunció todo lo que ha ocurrido: los Red Bull serán velocísimos, McLaren evolucionará más y mejor que nadie y a Mercedes le costará adaptarse a sus cambios internos. Díganos, ¿cuál es su pronóstico para final de año?

--Ferrari va a ser un equipo muy fuerte en la parte final del campeonato. Red Bull será más constante. Tiene con diferencia el mejor coche, pero solo son tercero y cuarto en el Mundial, sabe lo que tienen que mejorar y lo harán. McLaren va a estar ahí, pero creo que, al final, Red Bull será el rival más duro. Tienen el mejor coche y todas las cosas raras que les podían pasar quizá ya les han pasado y serán muy peligrosos.

--Perdón, ¿por qué todo el mundo en la F-1 se copian unos a otros?

--Ha sido un año muy interesante en cuanto a evoluciones, que han girado, fundamentalmente, sobre dos conceptos o soluciones: el conducto F , que ha sido un invento de McLaren, y los escapes bajos dirigidos al difusor que Red Bull instaló por primera vez. Pero en Ferrari esas ideas ya estaban siendo experimentadas, así que es difícil saber quién tuvo antes la idea. El año pasado todo giró alrededor de esa idea innovadora del doble difusor de los Brawn. Cada año hay alguna laguna en el reglamento que los equipos intentan aprovechar. Es verdad que Ferrari ha ido a remolque en esto, pero el Mundial es largo y ahora creo que los coches están bastante igualados. Esperemos que el campeonato concluya sin más inventos raros.

--Mañana hoy para el lector cumple 29 años. ¿Se ha hecho ya algún regalo especial o está tan metido en la lucha por recuperar el tiempo, las victorias y los puntos perdidos que aún no ha pensado en ese detalle?

--Gracias por la felicitación adelantada, pero ni me he hecho ni me haré regalo alguno. Tal vez llegado noviembre sería el momento. Ese es el mes en el que acaba la temporada y el título sería el mejor regalo del mundo, de ahí que lo único en lo que pienso en estos momentos es en seguir siendo competitivo y apretar a los rivale.