Los miembros del grupo británico Genesis han accedido a exhumar su pasado con serenidad en Genesis. El libro de las revelaciones (editorial Global Rhythm; 360 páginas; 40 euros), tras casi 40 años de culebrón de tensiones, envidias y desencuentros.

"En Genesis siempre había conflictos potenciales", apunta Tony Smith, mánager de la banda. Los hubo cuando, en plena cima creativa, tras grabar The lamb lies down on Broadway, en 1975, Peter Gabriel anunció que se marchaba. Una decisión incomprendida por sus compañeros. "Llegué a sentirme como Judas", señala Gabriel. En dos años, Genesis pasó de ser un quinteto a un trío cuando perdió a Steve Hackett, decepcionado porque sus ideas no eran valoradas por Tony Banks, Phil Collins y Mike Rutherford.

Con los 80 llegó su gran época comercial, con dos y hasta tres carreras paralelas de éxito: las de Genesis, Collins en solitario y Rutherford con Mike & The Mechanics. El lanzamiento del cantante y batería aún genera roces: Collins asegura que les permitió escuchar todo el material de Face value, incluido el futuro éxito In the air tonight, por si lo querían utilizar con Genesis; Banks, en cambio, dice que se guardó para él ese hit potencial. "Pasamos a ser los acompañantes del cantante; algo frustrante", señala Banks, también molesto por la exclusión del grupo del festival Live Aid, donde sí fue Collins. Pero la historia más dolorosa corresponde a la deserción de este y su sustitución por Ray Wilson. "Había una probabilidad muy alta de que fracasáramos", admite Rutherford. Así fue. En Wilson hay dolor: apunta sus orígenes obreros frente al elitismo de Banks y Rutherford, y lamenta la desconfianza. "Nunca me invitaron a su casa a tomar té y pastas".