El músico Óscar Durán, más conocido como Uka, acaba de recibir la mayor muestra de amor que su mujer le podía hacer. El bajista del grupo Eladio y los Seres Queridos (en la imagen de la derecha), de 36 años, se enteró a los 20 que sufría una insuficiencia renal crónica, herencia de su padre, que con el tiempo le traería complicaciones.

Uka, en una entrevista a La Voz de Galicia explica: "Lo que no sabía era que los problemas iban a llegar tan pronto, porque mi padre no empezó a tenerlos hasta rozar los 60. Yo entonces me lo tomé a la ligera. Entonces tocaba en el grupo de rock Kannon y pensaba que si iba a llegar algo así, faltaba mucho".

En diciembre del 2013 los médicos le comunicaron que su riñón se había deteriorado, pero al ser joven iban a esperar para operarle. "Así empecé una rutina de pruebas cada mes y medio. Era una agonía que alargamos tres años, pero hace poco entré en prediálisis y si no me hubiese sometido al trasplante, en un mes ya estaría atado a una máquina", declara en la publicación.

MAYOR ACTO DE GENEROSIDAD

Su mujer, Carolina Ojea, no se lo pensó dos veces y se hizo las pruebas para saber si su riñón era compatible con el de su marido. Y al enterarse de que era perfecto para él, decidió tener el mayor acto de generosidad que podía tener con su marido y cederle uno de sus riñones para que su marido no tuviera una vida condenada a una máquina de diálisis para siempre.

Pero este gesto altruista por parte de la mujer de Uka no es el primero que se vive en la familia del artista, ya que hace tres años su padre se encontró en su misma situación y su madre le donó el suyo.

El músico no duda en agradecer a su compañera de viaje lo que ha hecho por él. "Carolina es una supermujer. Eso yo ya lo sabía, lo que no sé es cómo se llama esto. Es más que amor, es una sensación para la que no tengo palabras ni suficiente agradecimiento. Me está dando una vida".

Aunque a ella ya le han dado el alta, a él le quedan unos días más de recuperación en el hospital, del que destaca la calidad humana y profesional del personal que le está atendiendo .Y advierte: "Me queda ahora una etapa de niño burbuja, pero me queda mucho por hacer".