Tiger Woods debe estar encantado. Ya no es el último famoso en sumarse a la lista de adictos al sexo en Estados Unidos. Ahora es el marido de la actriz Sandra Bullock quien acapara las portadas de las revistas del país, después de conocerse que ha seguido los pasos del golfista y ha ingresado voluntariamente en una clínica de rehabilitación para intentar salvar su matrimonio.

Así lo confirmó ayer a la revista People su representante, quien aunque no quiso especificar qué tipo de tratamiento recibirá Jesse James, sí reconoció que el marido de la reciente ganadora del Oscar se ha dado cuenta de que este momento es crucial para "ayudarse a sí mismo, ayudar a su familia y ayudar a salvar su matrimonio".

Cuando hace casi un mes aparecieron juntos en la alfombra roja del Teatro Kodak de Los Angeles, nadie se imaginaba la que se estaba avecinando. Solo dos semanas después de ser coronada por la Academia de Hollywood como la mejor actriz del año, Bullock se marchaba del domicilio conyugal tras enterarse de las aventuras de su marido con una modelo de tatuajes llamada Michelle McGee.

MEA CULPA DEL ESPOSO La actriz abandonó sus compromisos profesionales mientras iba en aumento la lista de mujeres que aseguran haberse acostado con James. "La inmensa mayoría de las afirmaciones son falsas e infundadas, pero está claro que aquí el único culpable soy yo", afirmó el marido de Bullock al entonar el mea culpa en público.

Ni James ni Woods son una especie en peligro de extinción. La lista de celebrities de Hollywood que han reconocido su adicción al sexo en algún momento de su vida es larga. Quizá el caso más sonado sigue siendo el del actor Michael Douglas, que después de ser pillado in fraganti y reconocer que tenía un problema ingresó a principios de los años noventa en la clínica Sierra Tucson de Arizona para tratarse. También han pasado por centros similares otros actores, como Tom Hanks, Robert Downey Jr., David Duchovny (Expediente X ), o, más recientemente, Charlie Sheen (de la serie Dos hombres y medio).