El Tribunal de Apelación de Teherán revisó hoy la sentencia impuesta a la periodista estadounidense de ascendencia iraní, Roxana Saberí, condenada a ocho año de prisión por espiar a favor de Estados Unidos. Al término de la sesión, el abogado de la reportera, Abdul Samad Joramshahi, expresó su confianza en que el veredicto sufra finalmente un "cambio sustancial". "La vista ha tenido lugar en buenas condiciones tanta para mí como para mi colega. Hemos tenido tiempo suficiente para exponer nuestro alegato", afirmó el letrado a los periodistas a la salida de la sala. Joramshahi señaló, asimismo, que la reportera también tuvo "espacio suficiente para defenderse" "Soy optimista y creo que se producirán cambios esenciales en la sentencia", dijo el abogado, acompañado por el padre de Saberí, a quien no se le permitió asistir al juicio. Hace una semana, el juez de la oficina de la Fiscalía General de Teherán, Hasan Haddad, expresó igualmente su confianza en que la sentencia sería aliviada. Fuentes judiciales indicaron a Efe que el veredicto final se conocerá "en unos días". Saberí fue condenada hace tres semanas por un tribunal revolucionario de Teherán tras un juicio rápido y a puerta cerrada, plagado de contradicciones. Desde que fuera detenida el pasado 31 de enero, los cargos contra ella han oscilado desde la supuesta compra de una botella de vino -cuyo consumo está penado en Irán- hasta la denuncia por trabajar de forma ilegal al haber expirado su acreditación de prensa. Finalmente, el 9 de abril, pocos días antes de que se iniciara el juicio, el fiscal segundo Hasan Zare Dehnavi acusó a Saberi de espiar para Estados Unidos. Organizaciones de derechos humanos han denunciado que el caso ha sido politizado, y que se ha convertido en una ficha dentro de el nuevo proceso que se ha abierto en las relaciones entre Estados Unidos e Irán. El presidente norteamericano, Barack Obama, ha expresado al régimen de los ayatolá, con el que su país cortó los lazos diplomáticos en 1980, su deseo de abrir un nuevo capítulo, oferta que ha inquietado y dividido a algunos de los sectores más conservadores de Teherán. Saberí, hija de padre iraní y madre japonesa, llegó a Teherán hace seis años y desde entonces trabajó para medios británicos y estadounidenses de prestigio como la cadena BBC o Fox News. Actualmente, se hallaba en el país al parecer recopilando información para escribir un libro. Según su padre, Saberí ha mantenido una huelga de hambre en la prisión de Evin que obligó a que fuera ingresada, extremo que han negado las autoridades iraníes.