Ha sido condenado por siete masacres y 40 homicidios y ahora, arrepentido, estudia teología. Tras batir récords criminales con solo 45 años, el mafioso de Cosa Nostra Gaspare Spatuzza acusó ayer al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y a su amigo y senador Marcello Dell´Utri de ser los referentes políticos de la Mafia siciliana desde principios de los años 90.

Tras la bomba que soltó Spatuzza en el tribunal de Turín, adonde la Corte de Palermo se había trasladado por razones de seguridad, los conservadores han puesto el grito en el cielo y los demás, políticos y magistrados, han invitado a la prudencia, ya que las declaraciones de un mafioso que colabora deben ser probadas para que surtan efecto judicial. Por su parte, Berlusconi anuló un acto y volvió a su casa.

Las revelaciones de Spatuzza se sitúan en el contexto de los 90, cuando cambió el escenario político. En 1994, los sumarios anticorrupción de Manos Limpias ya habían eliminado a la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Socialista (PSI) de Bettino Craxi, fuerzas con líderes considerados puntos de referencia de Cosa Nostra, por lo que supuestamente la Mafia buscaba reemplazarlos.

GUERRA CONTRA EL ESTADO Los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino ya habían sido asesinados y Cosa Nostra había colocado bombas en Roma, Florencia y Milán, en una "guerra contra el Estado", como la calificaron varios mafiosos. Dell´Utri acababa de crear Forza Italia, partido con el que Berlusconi se presentaría por primera vez en las elecciones de 1994. En este contexto, Spatuzza fue convocado por su capo, Giuseppe Graviano, para organizar un atentado --que fracasó-- que debía constituir la traca final de la guerra.

El encuentro entre ambos se celebró en un bar de Vía Veneto, en Roma. Spatuzza declaró ayer por primera vez en público, en lenguaje más bien popular, lo que Graviano le dijo: "Hemos logrado lo que queríamos gracias a la seriedad de las personas con las que sacamos adelante esta historia, que no son como eran los socialistas, esos cuatro cornudos". Spatuzza añadió: "Graviano pronunció los nombres de Berlusconi, del que me dijo que era el de Canale 5, y añadió que de por medio estaba un paisano, Dell´Utri". "Gracias a la seriedad de estas personas --prosiguió-- nos habían puesto prácticamente el país en las manos".

MUCHOS TEMORES Las declaraciones del mafioso arrepentido han tenido lugar durante el proceso de apelación contra Dell´Utri, ya condenado en primera instancia por su vinculación con Cosa Nostra. Spatuzza, cuyo proceso de colaboración con la justicia ha durado varios años, añadió que "los temores por hablar de Berlusconi eran y son muchos".

"No ha dicho nada nuevo. Su objetivo es tumbar al Gobierno", comentó Dell´Utri, que definió las revelaciones como "absurdidades kafkianas" y añadió que Berlusconi "teme más a su esposa que ha pedido el divorcio que a Spatuzza". Fabrizio Cicchito, jefe de los diputados conservadores, afirmó que "se trata de un durísimo ataque al Gobierno por su intransigencia contra la Mafia". La RAI, la tele pública, no retransmitió ayer la vista.