Uno de los 23 surcoreanos secuestrados por los talibanes murió hoy en circunstancias confusas en el este de Afganistán, un periodista y sus dos colaboradores fueron liberados después de permanecer secuestrados durante unas horas. "Estaba enfermo, no podía caminar y los talibanes le dispararon", dijo a Efe el miembro de la delegación de mediadores norcoreanos que lleva a cabo las negociaciones con los insurgentes, Khowaja Sedeqi,Un portavoz talibán, Qari Yousif Ahmadi, también confirmó la muerte del misionero, aunque no especificó las circunstancias en las que ésta se produjo. Según dijo a Efe otro miembro del grupo de mediadores que negocian la liberación de los rehenes, Wahidullah Muyadidi, el surcoreano falleció por causas naturales.

La preocupación por las vidas de los rehenes comenzó con el anuncio de los secuestradores de que planeaban ejecutar a algunos surcoreanos porque las autoridades no habían respondido a sus demandas. Los talibanes habían reclamado la excarcelación de ocho miembros de su grupo a cambio de liberar un idéntico número de rehenes, pero al no recibir una respuesta por parte de los mediadores afganos, anunciaron que iban a comenzar a ejecutarlos.

Posteriormente, uno de los miembros del equipo de mediadores, que pidió no ser identificado, dijo a Efe que el pago de un rescate, cuyo valor no reveló, había evitado temporalmente la acción de los secuestradores y añadió que las negociaciones continuaban para lograr su liberación definitiva.

Khowaja Muhammad Sedequi informó que los rebeldes habían dividido a los rehenes en tres grupos, mientras líderes tribales de la zona continúan mediando en las negociaciones desde hace dos días, cuando una delegación de Seúl llegó a Afganistán para resolver la situación.

Las 18 mujeres y cinco hombres surcoreanos, secuestrados el jueves pasado en la provincia oriental afgana de Ghazni, han sido identificados como miembros de una iglesia católica, que acudieron a Afganistán en misión humanitaria. Seúl ya aceptó otra exigencia de los talibanes para retirar sus 200 soldados del país, a finales de este año, una medida que, de todos modos, ya estaba prevista previamente.

Mientras se resuelve el destino de los coreanos, los talibanes liberaron junto a su traductor y su guía afganos a un periodista, al parecer danés -en un principio se pensó que era alemán-, que había sido secuestrado esta madrugada, en la provincia oriental afgana de Kunar, según dijo a Efe el gobernador regional, Shalizai Didar.

El periodista había acudido la pasada noche a cenar en una casa privada, pero de madrugada los raptores irrumpieron y les tomaron como rehenes.

El pueblo de Sanghe Shar, donde se registró el secuestro, se encuentra a tres horas de camino desde el centro de Watapur, donde un grupo de líderes tribales se encargan de la seguridad de la zona. Un grupo de tres de estos líderes y otros dos representantes del Gobierno acudieron al lugar y lograron liberar a los rehenes.

Un comandante talibán para la región oriental afgana, Qari Isaq, reclamó la autoría del secuestro, pero Didar no pudo confirmar su afirmación. En un primer momento, las autoridades dijeron que el periodista era alemán, pero posteriormente confirmaron a Efe que era danés; su identidad, sin embargo, no ha sido todavía confirmada.

Otro rehén alemán continúa secuestrado desde el pasado miércoles en la provincia central de Maidan Wardak, los talibanes aseguraron ayer que es diabético y que se encontraba mal.