La Comisión Europea dio ayer por válidos sin más comprobaciones los apresurados desmentidos de los gobiernos de Polonia y de Rumanía sobre la existencia de cárceles clandestinas de la CIA en su territorio para sospechosos de terrorismo, como denunció la organización internacional Human Rights Watch.

"Las declaraciones de las autoridades rumanas y polacas son muy claras. No tenemos ninguna razón para pedirles aclaraciones", dijo el portavoz del comisario de Justicia Franco Frattini.

La Comisión Europea estimó que los registros de vuelo de los aviones norteamericanos y las demás pruebas sobre transferencias de personas en el 2003 y el 2004, presentadas por la ONG, no prueban la existencia de esas prisiones, por lo que se limitará a seguir vigilando a través de sus delegaciones.