El presidente de Estados Unidos, George Bush, rechazó ayer categóricamente la violencia desencadenada por la publicación de caricaturas de Mahoma. "Pido a todos los gobiernos del mundo que detengan la violencia, sean respetuosos y protejan la propiedad y las vidas de los diplomáticos inocentes que sirven a sus países en el extranjero", declaró.

"Rechazamos la violencia como medio de expresar el descontento contra lo que puede haber publicado la prensa libre", afirmó Bush tras recibir al rey Abdalá de Jordania. A continuación, el dirigente matizó cuidadosamente su respeto a la libertad de expresión, al afirmar que ese derecho incluye "la responsabilidad de pensar en los demás". En consecuencia, recalcó, "cualquier cosa que vilipendie al profeta Mahoma o que ataque la sensibilidad de los musulmanes debe ser condenada".

DIFICIL EQUILIBRIO La Casa Blanca trata de mantener el equilibrio entre la defensa de la libertad de prensa, el rechazo a la violencia generada por las caricaturas, su incomodidad por la publicación de las viñetas y el apoyo al Gobierno danés.

Además, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, acusó a Siria e Irán de "aprovechar la ocasión para incitar a la violencia". "El mundo les deberá pedir cuentas", dijo. En respuesta, el líder de los radicales shiís en Irak, Moktada al Sadr, llamó a los musulmanes a "defender por todos los medios" a Siria e Irán.

También el presidente francés, Jacques Chirac, condenó las "violencias perpetradas contra los ciudadanos y representaciones extranjeras". Pero el mismo día en que un semanario satírico reprodujo las caricaturas de la discordia, el dirigente llamo a la "responsabilidad" en el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y rechazó "las provocaciones manifiestas" que tratan de "atizar peligrosamente las pasiones", informa Montse Capdevila.

Mientras, en Afganistán, otras tres personas murieron ayer en una nueva jornada de disturbios, cuando la policía de ese país abrió fuego contra la multitud que intentaba atacar una base estadounidense en la provincia de Zabul. Desde el lunes, ya han fallecido 11 personas en Afganistán, en las protestas contra las caricaturas de Mahoma.

El equipo de observadores internacionales desplegados en la ciudad cisjordana de Hebrón --Presencia Temporal Internacional en Hebrón (PTIH)-- decidió abandonar esta ciudad cisjordana después de que su sede fuera atacada, por segunda vez desde el fin de semana, por cientos de palestinos. La PTIH está formada por observadores de Noruega, Italia, Dinamarca, Suiza, Turquía y Suecia, aunque los 11 daneses que trabajaban en ella ya se fueron la semana pasada.

DEFENDIENDOSE A PALOS En el momento del ataque al edificio, había en su interior los 60 miembros de la misión, protegidos por la policía palestina. Los manifestantes, que gritaban en contra de Dinamarca y a favor de Mahoma, lanzaron piedras contra el edificio, rompieron sus ventanas y llegaron a entrar en él, donde los observadores se defendían con palos. la PTIH se instalará en Tel-Aviv y Jerusalén.