David Cameron está aún lejos de arrastrar al Partido Conservador por la vía de la modernización. La conferencia anual de los tories británicos concluyó ayer en Bournemouth con un discurso del joven líder, que respaldó la presencia de tropas en Afganistán.

Cameron habló de la Sanidad Pública (NHS), la familia, el medio ambiente, la responsabilidad social y la seguridad. A los delegados que reclaman la bajada de impuestos, les respondió que no pondrá en riesgo la estabilidad económica, con rebajas de ese tipo. "No voy a hacer promesas, que no pueda cumplir", afirmó.

Consciente del descontento de los británicos con los servicios públicos, situó la sanidad como tema central de su agenda. "Cuando tu familia depende de la NHS todo el tiempo, día tras día, noche tras noche, sabes lo preciso que ese servicio es", afirmó, refiriéndose a su experiencia, como padre de un niño con minusvalía.

CAMBIO CLIMATICO Ese tono compasivo es nuevo en el Partido Conservador, como lo es la defensa de una política ecológica, que ayude a paliar el problema del cambio climático. Cameron, como Tony Blair, al que imita en tantas cosas, se mostró dispuesto a combatir con mano dura la delincuencia y respaldó la presencia de tropas en Afganistán.