Imam Samudra, el informático de 35 años al que se acusa de ser el cerebro de la matanza de Bali, fue trasladado ayer hasta Yakarta, la capital de Indonesia, donde se le someterá a un careo con otros sospechosos y con testigos del atentado, que causó 196 muertos. A Samudra se le interrogará también sobre los atentados contra varias iglesias en la Nochebuena del año 2000.

El detenido, uno de los líderes del grupo terrorista Jemaa Islamiya, ha reconocido su participación en los atentados y confesado que seleccionó el Club Padi y la discoteca Sari "porque había muchos extranjeros". Según Samudra, la primera bomba fue un "atentado suicida" perpetrado por un hombre al que llamó Iqbal.

La policía encontró discursos de Osama bin Laden en la casa de Samudra. Sin embargo, la policía dijo que aún no estaba clara la vinculación de Al Qaeda en el atentado.