Matteo Renzi, católico y actual alcalde de Florencia, es el nuevo secretario del Partido Democrático (PD). «A partir de hoy la música cambia», declaró tras haber obtenido, al cierre de esta edición, el 68,4% de los votos en unas primarias en las que han participado casi tres millones de electores que han pagado dos euros por participar y firmado una declaración de adhesión a las ideas progresistas.

«Estas primarias han evidenciado una gran voluntad de participación y de decisión de parte de los votantes y constituyen un gran instrumento democrático», comentó Guiglielmo Epifani, secretario saliente del PD. «Ahora es el turno de las nuevas generaciones, tenemos que hacer equipo», subrayó Romano Prodi.

Renzi es un joven de 38 años que competía con otros dos candidatos de 52 y 38 años, de la nueva generación de la izquierda italiana. Eran Giuseppe Cuperlo y Pippo Civatti. Los tres representan tendencias de la izquierda no solo italiana: la continuidad indefinida (Cuperlo), la izquierda vista por las nuevas generaciones (Civatti) y la izquierda contaminada, para bien y para mal, por las características de la contemporaneidad (Renzi).

Con Renzi, el PD ha dado un adiós definitivo a su infinita búsqueda de una identidad tras la caída del Muro de Berlín (1989), huérfano del disuelto histórico Partido Comunista (PCI), del centroizquierda del Olivo de Romano Prodi y del sucesivo y desorientado PD, que ha atravesado la crisis comenzada en el 2007 sin ser capaz de proponer una alternativa atractiva a los electores.

BICICLETA Y COCHES OFICIALES

«Si gano, al día siguiente viajo a Roma, nombro una secretaría integrada por seis hombres y seis mujeres, elegidos por mí y sin mirar el peso de las distintas corrientes internas del partido», dijo Renzi en la víspera de las primarias. No tiene intención de establecerse en Roma, sino de continuar ejerciendo como alcalde de Florencia, asegura. Aspira a ser primer ministro, lo que podría anticipar las elecciones generales.

Algunos definen a Renzi como «alcalde de Italia», lo que indicaría su intención de ampliar al ámbito nacional las políticas que ha aplicado en Florencia. Entre ellas, Renzi, que viaja en bicicleta y ha suprimido los coches oficiales, ha ordenado el recorte de mil millones de euros en gastos políticos para destinarlos a la ocupación y a incentivos para las pymes. Su programa incluye la supresión del Senado y su transformación en una cámara para las administraciones locales (municipios y autonomías) del país.

También es partidario de la eliminación inmediata de las provincias (diputaciones), pero se muestra cauto a la hora de legalizar, como matrimonios, las uniones homosexuales y parejas de hecho.

Respecto al Ejecutivo nacional, apoyado por progresistas y la parte conservadora que se ha separado del exprimer ministro Silvio Berlusconi, Renzi ha dicho que no discute la fórmula actual, pero que «ahora el Gobierno deberá de escuchar y aplicar las políticas de su primer accionista, el PD».