Un total de 18.645 personas están atrapadas bajo los escombros de la ciudad de Mianyang, a unos 100 kilómetros del epicentro del terremoto que ayer sacudió el suroeste de China, informó hoy la televisión estatal china CCTV. Sólo esa ciudad ha registrado 7.395 de los más de 12.000 muertos en el devastador seísmo, el peor que sufre China desde el que en 1976 otro temblor dejara 240.000 muertos en Tangshan, en el noreste del país.

El terremoto, que se sintió con especial fuerza en la provincia de Sichuan, ha destruido 3,46 millones de viviendas y ha obligado a movilizar a 50.000 soldados del Ejército de Liberación Popular (ELP). La atención a las víctimas del seísmo se ha convertido, según aseguró hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores chino, en la "máxima prioridad" del Gobierno, dejando temporalmente a un lado los preparativos para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

Buena muestra de ello ha sido el hecho de que hoy la antorcha olímpica pasara sin pena ni gloria por la localidad suroriental china de Longyan, con mucho menos público que en jornadas anteriores y en medio de un ambiente mucho menos festivo. Entretanto, el diario oficial "China Daily" dedicaba hoy todas sus páginas a la tragedia y publicaba una portada negra con el titular "El día en el que la Tierra se movió".

La televisión estatal china CCTV ofreció imágenes de heridos atendidos en las calles, familiares angustiados por la suerte de parientes desaparecidos, atrapados en los escombros y visitas del primer ministro, Wen Jiabao, a edificios derrumbados.

Muy emotiva ha sido la imagen de Wen, geólogo de formación, quien con un megáfono se ha dirigido a las personas sepultadas bajo los escombros, pidiéndoles que tengan coraje e intenten aguantar lo máximo posible hasta que los servicios de salvamento puedan rescatarles.