Beirut Cerca de un millón de personas pidieron ayer la dimisión del presidente, Emile Lahud, prosirio, el día en que se cumplió el primer aniversario del asesinato de Rafic Hariri. La muerte del exprimer ministro condujo al fin de la tutela siria y abrió una gran crisis que aún amenaza la estabilidad del país. Los manifestantes llegaron de todo el país con banderas y retratos de Hariri y su hijo, Saad (foto). Entre los discursos, destacó el de Walid Yumblat, líder del Partido Socialista Progresista, que criticó al presidente de Siria, Bachar al Asad, así como a Lahud, a los que se refirió como "terrorista" y "agente", respectivamente.