Fidel Castro reveló anoche nuevos detalles de su larga convalecencia, entre ellos que ha sufrido varias operaciones, en un artículo en el que no desveló la naturaleza de su enfermedad ni aclaró si retornará al poder que delegó en su hermano menor, Raúl, hace diez meses.

"No fue una sola operación sino varias. Inicialmente no hubo éxito, y esto incidió en la prolongada recuperación", señaló el líder cubano. Castro explicó también que durante meses dependió de "venas tomadas y catéteres" para recibir alimentación, pero "hoy recibo por vía oral todo lo que requiere mi recuperación". "Les digo a todos simplemente que he ido mejorando y mantengo un peso estable, alrededor de los 80 kilogramos", agregó.

En el artículo, el tercero divulgado esta semana, el jefe de la revolución zanjó las especulaciones que han circulado en los últimos meses en la isla sobre su posible reaparición pública en breve. "Para filmes y fotos que requieren recortarme constantemente el cabello, la barba, el bigote, y acicalarme todos los días, no tengo ahora tiempo. Tales presentaciones, además, multiplican las solicitudes de entrevistas", afirmó.

"Hago por ahora lo que debo hacer, especialmente reflexionar y escribir sobre cuestiones a mi juicio de cierta importancia y trascendencia. Tengo mucho material pendiente", apuntó Castro en el décimo primer artículo de la serie de "reflexiones" que comenzó a publicar a finales de marzo. "No puedo decir ni criticar todo lo que conozco, porque de ese modo serían imposibles las relaciones humanas e internacionales, de las cuales nuestro país no puede prescindir", añadió.

El resto del tiempo, "lo empleo en leer, recibir información, conversar telefónicamente con numerosos compañeros y realizar los ejercicios de rehabilitación pertinentes", agregó en el artículo.

Enfermedad declarada "secreto de Estado"

Fidel Castro, de 80 años, apareció en público por última vez el 26 de julio del pasado año y cinco días después, el 31 de julio, delegó provisionalmente el poder en su hermano Raúl, ministro de Defensa, tras someterse a una delicada intervención por una hemorragia intestinal provocada por una enfermedad declarada "secreto de Estado".

A falta de informes médicos, los cubanos se acostumbraron a recibir noticias sobre la evolución de su presidente de boca de altos funcionarios y dirigentes de países aliados, como el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales.

El 30 de diciembre, en un mensaje al pueblo, Castro aseguró que se recuperación estaba "lejos de ser una batalla perdida", aunque advirtió que "sería un proceso prolongado", y a mediados de febrero volvió a insistir en su mejoría y a pedir "paciencia" a sus seguidores, durante una conversación telefónica con Chávez.

Castro editorialista

Desde que inició su actividad como editorialista, hace dos meses, Castro no había aludido a su estado de salud y había evitado los temas de política interna, salvo para responsabilizar a EEUU del intento de secuestro de un avión en el aeropuerto de La Habana que se saldó con un teniente coronel muerto y dos reclutas desertores heridos a principios de mayo.

Las críticas a Estados Unidos, las denuncias contra el uso del etanol como combustible y la defensa de la revolución energética han centrado la serie de "reflexiones". Las últimas fotografías del jefe de la revolución divulgadas por los medios oficiales cubanos corresponden al 20 de abril y fueron tomadas durante la visita de una delegación china.

Los medios de la isla no transmitieron entonces las imágenes de vídeo grabadas durante el encuentro, como tampoco habían informado, el pasado diciembre, de la visita del médico español José Luis García Sabrido, quien a su regreso a Madrid apuntó que Castro se encontraba en proceso de recuperación y conservaba una "excelente" actividad intelectual.