Parafraseando una canción de hace algunos años cuyo protagonista "no estaba muerto", si el carguero finlandés Arctic Sea, que se perdió el pasado 24 de julio en el Báltico y reapareció ayer en las costas de Africa "no estaba secuestrado" la pregunta es: ¿Estaba de parranda?

Eso es lo que se deduce de las confusas declaraciones del ministro de Defensa del Kremlin, Anatoli Serdiukov, y de las extravagantes acciones de la Marina rusa de los últimos días, que lanzó a dos submarinos nucleares y varios buques de guerra en pos de un pequeño mercante con una modesta tripulación rusa de 15 marineros.

El barco zarpó del puerto finlandés de Jakobstad el 23 de julio, perdió contacto radiofónico un día después y nunca llegó al puerto argelino de Bejaia, donde debía entregar un cargamento de madera el 4 de agosto. Fue avistado en varias ocasiones navegando por el Atlántico sin comunicarse con los servicios de guardacostas, y su extraña situación dio lugar a diversas hipótesis que barajaban desde un vulgar acto de piratería a un secuestro en toda regla de la mafia rusa.

"El Arctic Sea fue hallado hoy (ayer) a unas 300 millas de las islas de Cabo Verde", informó Serdiukov al presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien había enviado a sus barcos de guerra a la caza del mercante. El ministro añadió un dato importante: que el mercante "no estaba secuestrado" como se temía, y añadió que los 15 marineros rusos fueron trasladados al buque de guerra Ladny para ser interrogados y esclarecer lo ocurrido desde que se perdió su pista.

El ministro apuntó que los marineros rusos estaban "sanos y salvos, y no se encontraban bajo control armado", en alusión al hipotético secuestro. Dos días antes, el sábado, el embajador de Rusia en Cabo Verde calificó de "erróneas" las informaciones que indicaban la presencia del carguero en aguas internacionales cercanas a este país, donde fue interceptado.

La dueña del barco es la empresa finlandesa Solchart Management, propiedad a su vez de tres ciudadanos rusos con residencia en Helsinki, capital de Finlandia. El carguero navega con bandera de Malta.

Abordaje rocambolesco

Fuentes policiales finlandesas y de la Interpol mencionaron, según las agencias de prensa, un rocambolesco abordaje cerca de Suecia de unos enmascarados que tras permanecer varias horas en el Arctic Sea lo abandonaron. Según esta hipótesis, los asaltantes destruyeron los sistemas de comunicación, revolvieron las bodegas y se marcharon. Pero la historia tiene puntos oscuros.

Mijail Voitenko, redactor jefe del boletín marítimo ruso Sovfracht se preguntaba: "¿Por qué irían los piratas tan lejos cuando tienen barcos a su alcance en lugares más seguros?" En su opinión, "la desaparición podría estar ligada a un intento de transportar secretamente mercancías que alguien no quiere que lleguen a su destino" dijo, apuntando a la mafia. El barco siguió navegando a lo largo de Europa sin buscar cobijo en ningún puerto y sin comunicarse hasta que el barco de guerra ruso lo detuvo frente a las costas de Africa.