El presidente francés, Jacques Chirac, se mostró ayer más firme que nunca en su oposición a la guerra contra Irak y aseguró que "queda mucho camino por recorrer para que el desarme se haga por medios pacíficos", al término de su cumbre con el primer ministro británico, Tony Blair. Por primera vez, el jefe de Estado francés evocó la posibilidad de que Francia utilice el derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, "llegado el momento".

La 25 cumbre franco-británica que se celebró ayer en Le Touquet, al norte de Francia, estuvo marcada por la crisis iraquí y las fuertes divergencias sobre esta cuestión entre Francia, hostil a la guerra, y Gran Bretaña, favorable a un "ataque preventivo". Blair y Chirac admitieron sus grandes divergencias, pero subrayaron que coincidían en "dos convicciones esenciales": que hay que "desarmar a Irak" y que "debe hacerse en el marco de la ONU".

FRACASO DE BLAIR

Blair no convenció a Chirac de la necesidad de una "guerra preventiva" avalada por una nueva resolución del Consejo de Seguridad. El líder francés fue tajante y dijo que "la guerra es la peor de las soluciones", seguro de que "todavía queda mucho por hacer para desarmar a Irak pacíficamente".

Chirac recordó que no se podrá "elaborar un juicio" hasta que no se den a conocer las conclusiones de Hans Blix, jefe de los inspectores de la ONU, y de Mohamed el Baradei, director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). Y, a pesar de que está previsto que el informe sobre la inspección se presente el próximo día 14 al Consejo de Seguridad, Chirac señaló que para él "no existe fecha tope".

El presidente insistió en que Francia "tomará una decisión cuando crea que no se puede conseguir nada más". Interrogado sobre la posibilidad de que utilice su derecho de veto en el Consejo de Seguridad, Chirac aceptó contemplar, por vez primera, de manera implícita, esta eventualidad, aunque precisó que sólo se planteará "cuando llegue el momento y según las circunstancias".

Blair insistió en que la intervención de Colin Powell, hoy, ante el Consejo de Seguridad o el informe de los inspectores "pueden hacer cambiar las cosas".

El presidente Chirac y el primer ministro Blair intentaron restar importancia a sus diferencias y a unas relaciones más bien difíciles, que han vuelto a crisparse tras la reciente publicación de una carta abierta de ocho dirigentes europeos, liderados por el propio Blair y el presidente español, José María Aznar, en favor de un "ataque preventivo" contra Irak y alineándose con las tesis de Bush. Blair se mostró especialmente conciliador cuando, tuteando a Chirac, señaló en lengua francesa: "Si me permites, quiero decirte que hay más cosas que nos unen que cosas que nos separan".

OPERATIVIDAD DE LOS PAISES

Por otra parte, en una declaración conjunta, Francia y el Reino Unido anunciaron que aumentarán la operatividad entre sus grupos aeronavales con la intención de promover la defensa europea. Con este objetivo, los dos países han decidido dotarse de nuevos portaviones. La Royal Navy británica ya ha encargado la construcción de dos buques.

El presidente francés ha pedido a su Gobierno que estudie la posibilidad de asociarse con empresas británicas para la construcción de una tercera unidad. La declaración franco-británica no hace ninguna referencia a una eventual participación de España e Italia en el proyecto, pese a las informaciones en ese sentido publicadas por el diario The Times .