San Francisco es una de las ciudades de EEUU con mayor presencia de la comunidad china. Es también uno de los escenarios con más historia cuando el país se decide a protestar. Y ambos mundos han chocado con la llegada de la llama olímpica, un acontecimiento que ha tensado a la ciudad. Mientras, en el también tenso ámbito diplomático, el Reino Unido confirmó que el primer ministro, Gordon Brown, no asistirá a la ceremonia de apertura de los Juegos.

AL FINAL, CAMBIO LA RUTA Ayer, y como prueba de esta tensión, la antorcha se perdió de vista varios minutos, después de iniciarse la carrera y debido a un cambio en su recorrido, lo que ocasionó una notable confusión entre público, manifestantes y periodistas. Tras comenzar el itinerario, la relevista que inicio la carrera entró con la antorcha en un edificio del muelle y permaneció allí durante unos minutos para desconcierto general.

Poco después, un convoy de autobuses y coches de policía salía del edificio supuestamente con la llama en su poder y circulaba por las calles por un recorrido diferente al previsto. Luego pararon en la avenida Van Ness y dos relevistas bajaron de uno de los autobuses con la antorcha, con lo que comenzó realmente la carrera, informa Efe.

Al cierre de esta edición, hora a la que no se habían registrado acciones violentas, se desconocía por qué se cambió la ruta.

La noche anterior fue de vigilia, marcada por las intervenciones del arzobispo Desmond Tutu y el actor Richard Gere, amigo personal del dalái lama, quien habló de un "épico" momento, pidió un diálogo abierto y dijo que "no hay armonía genuina sin verdad, sin libertad de religión, movimiento y cultura". Tutu envió un claro mensaje. "Lo que les decimos a los líderes, al presidente George Bush, es: por el bien de la bondad, por el bien de nuestros niños, por el bello pueblo del Tíbet: no asistan a los Juegos".

Tanto las palabras del premio Nobel de la Paz como las del actor tienen fuerza suficiente para cruzar el país. Ayer, Bush llamó de nuevo a China a "abrir un diálogo con los representantes del dalái lama", a quien calificó de "hombre excelente, pacífico, que no defiende la independencia sino la identidad cultural de los tibetanos". Mientras, su portavoz, Dana Perino, echaba balones fuera sobre la presencia del presidente en la ceremonia de apertura de los Juegos y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, aseguraba que Washington estudia la posibilidad de abrir un consulado en el Tíbet para seguir de cerca la situación.

En Europa también hubo efervescencia diplomática. El primer ministro británico, Gordon Brown, no estará en la apertura, aunque sí asistirá a la clausura. El Parlamento Europeo, por su parte, vota hoy una resolución que pide a los líderes de la UE que se planteen un boicot de la apertura sino hay diálogo.