De un mes a esta parte, los bancos andorranos tienen una actividad frenética los sábados. Y es que es masiva la afluencia de clientes extranjeros que, inquietos por las repercusiones que la flexibilización del secreto bancario pueda tener en su economía, acuden a entrevistarse con los directores de sus entidades.

La actividad y la inquietud son tales que la Asociación de Bancos Andorranos (ABA) --que aglutina a los grupos bancarios Andbanc, Banco Internacional Banca Mora, Banca Privada d´Andorra, Crèdit Andorrà y Banc Sabadell d´Andorra-- ha emitido una circular interna en la que dibuja el argumentario a seguir para convencer a los clientes de que no tienen nada que temer porque la confidencialidad sigue garantizada.

Una directriz de la que tienen constancia, entre otros, varios candidatos electorales pero que la asociación se niega a confirmar.

La ABA se remite, como única respuesta, a un comunicado público en el que asegura que mantendrá la confidencialidad de sus clientes, salvo en casos "excepcionales". La asociación insiste en que los futuros acuerdos bilaterales que Andorra firmará con países como España, Francia o Portugal "solo serán efectivos bajo demanda justificada sin que se puedan facilitar, en ningún caso, listados de personas, es decir, solicitudes colectivas", añade.