Un proyectil de mortero ha estallado en el centro de Bagdad apenas cinco minutos después de que se abrieran los colegios electorales para celebrar los comicios parlamentarios que deben poner fin al proceso de transición diseñado por Estados Unidos.

Un portavoz del Ministerio del Interior ha explicado que "el proyectil de mortero ha caído en la zona verde cinco minutos después del inicio de la jornada electoral", es decir, a las 7.05 hora local (6.05 en España).

El ministerio no disponía de información sobre posibles víctimas ni los daños ocasionados por la explosión, debido a que se trata de un distrito de la capital que está bajo control de las fuerzas estadounidenses.

Disparos en Ramadi

También se ha registrado una explosión y disparos de armas de fuego automáticas en la ciudad de Ramadi, situada a unos 110 kilómetros al oeste de Bagdad, según la cadena de televisión estadounidense CNN.

En la zona verde de Bagdad, que está custodiada con fuertes medidas de seguridad, están ubicadas las embajadas de EEUU y del Reino Unido, además de la sede de la comisión electoral, y es allí donde el primer ministro, Ibrahim al Yafari, y otros muchos dirigentes iraquís deben votar.

Según la comisión electoral, los 5.500 centros electorales --en los que se han dispuesto 33.000 urnas-- han abierto las puertas a las siete de la mañana hora local (seis de la mañana en España), como estaba previsto.

Los centros de votación permanecerán abiertos durante 12 horas, hasta las siete de la tarde, para permitir a los más de 15 millones de iraquís con derecho a voto que elijan a sus representantes para el nuevo Parlamento.

Más de 7.600 candidatos

Los iraquís podrán elegir entre más de 7.650 candidatos pertenecientes a 228 grupos políticos --18 de ellos coaliciones--, que compiten en busca de uno de los 275 escaños que componen la Cámara, que ya no será de transición.

Un total de 45 escaños están reservados, no obstante, para las comunidades más minoritarias, como las distintas corrientes cristianas --que suponen un 3% de los 26 millones de habitantes del país- o los sabeos y los zaidís.

De todas las formaciones políticas, la gran favorita es la Alianza Unida Iraquí (AUI), que encabeza Abdelaziz al Hakim, líder del principal grupo shií de Irak. En su seno concurre también el actual primer ministro, el también shií Al Yafari, cabeza del partido radical Ad-Dawa.

Su principal rival es la coalición formada por su predecesor, Iyad Alaui, jefe del Gobierno que dirigió el país entre la devolución de soberanía por parte de EEUU y la celebración de las primeras elecciones, el pasado mes de enero.

Sistani, al margen

El tercer político shií en discordia es el controvertido Ahmad Chalabi, viceprimer ministro, líder del partido del Congreso Nacional Iraquí y favorito de EEUU antes de la guerra.

Ninguno de los tres cuenta con el apoyo explícito del líder espiritual de los shiís en Irak, el gran ayatolá Ali al Sistani, que esta vez se ha mantenido al margen del proceso.

Los sunís, por su parte, compiten agrupados en la coalición Frente de Consenso Iraquí, fundada el pasado octubre y liderada por el Partido Islámico de Irak, principal agrupación suní de este país.