Un hombre que mató a una niña de dos años al arrojarla contra el pavimento durante una pelea con la madre de la pequeña por una plaza de aparcamiento en Pekín ha sido condenado hoy a la pena de muerte.

El Tribunal Intermedio número 1 de Pekín impuso la sentencia al condenado, Han Lei, de 39 años, informó la agencia oficial china Xinhua.

Han fue declarado culpable de sacar a la pequeña de su carrito y arrojarla al suelo durante una pelea con la madre de la pequeña en el distrito de Daxing, en el sur de Pekín, el pasado 23 de julio, durante una disputa por una plaza de aparcamiento.

La niña, cuya identidad no se reveló, sufrió lesiones cerebrales por el impacto que le causaron la muerte pocos días después.

Han, que tenía antecedentes penales y había salido de prisión un año antes, huyó del lugar de los hechos y fue detenido al día siguiente.

En 1996, el acusado había sido sentenciado a cadena perpetua por robo, pero el año pasado el tribunal que le condenó decidió concederle la libertad por buen comportamiento.