El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció ayer que el 99% de las ganancias extraordinariasdel petróleo serán para el Estado y solo el 1% restante será para las empresas petroleras. Este decreto, que afecta a los intereses de la petrolera hispano-argentina Repsol-YPF en ese país, acaba con el reglamento anterior, que establecía que el Estado se quedaba con el 50% de esas rentas.

El Gobierno ecuatoriano se justificó asegurando que los recursos naturales son propiedad del Estado. El presidente agregó que la distribución de las ganancias con las compañías contratistas no es equitativa para el Estado ecuatoriano, por lo cual "es necesario regular de forma más justa tales ingresos".

Esta medida afecta a Repsol YPF, que extrae 15.000 barriles de crudo diarios. Pero la compañía dijo que el efecto es "mínimo", ya que las ganancias obtenidas con el crudo de Ecuador "suponen menos del 1% del resultado operativo global".