La situación económica y las propuestas de los candidatos para resolver la crisis financiera fueron determinantes para la gran mayoría de los estadounidenses a la hora de elegir hoy al próximo presidente del país. Según un sondeo a pie de urna elaborado por las cadenas de televisión ABC, CBS, CNN, FOX News y NBC News, así como la agencia AP, el 62 por ciento de los estadounidenses que acudieron hoy a las urnas señaló que la economía fue el asunto que determinó su voto.

Hace unos meses nada indicaba que la situación económica iba a superar a la guerra en Irak, que había sido, durante mucho tiempo y desde el inicio del largo proceso electoral, la principal preocupación de los ciudadanos estadounidenses. Así, cinco años después de la invasión de Irak, ya tan sólo el 10 por ciento de los votantes dijo considerar decisivo este asunto a la hora de elegir al próximo presidente de EEUU.

Por su parte, el 9 por ciento de los votantes tuvo en cuenta las propuestas de los candidatos demócrata Barack Obama y republicano John McCain en materia de terrorismo y de cobertura de la asistencia sanitaria pública, según el sondeo.

Si bien la economía ha sido el tema primordial de los comicios, en gran medida los votantes tuvieron que rellenar a ciegas su papeleta, ya que ninguno de los dos candidatos explicó claramente cómo logrará cumplir sus promesas en este sentido. Tanto Obama como McCain han mantenido el centro de su programa -rebajas tributarias y la reforma del sistema de salud pública- a lo largo de la campaña electoral, si bien con profundas diferencias, sobre todo en el aspecto fiscal.

Obama ha prometido reducir los impuestos al 95 por ciento de los estadounidenses, y de subirlos a aquellos que ganan más de 250.000 dólares al año, mientras que las rebajas de impuestos prometidas por McCain beneficiarán principalmente a los ricos, según algunos analistas.